En
realidad, la persona misma de Vassula, interesa poco. Lo que resulta trascendente es si
ella es
instrumento de una revelación privada actual o bien una
farsante. Lo trascendente es pues su mensaje, sobre todo si proviene de
Dios.
En realidad, a una revelación privada ha de pedírsele que sea fiel a la Revelación canónica (no puede ser una revelación distinta), nos ha de orientar en cómo vivir la Fe de acuerdo con los signos de los tiempos, con los hechos del presente, y ha de animar y vivificar nuestra fe, esperanza y amor.
Sirva
esto de introducción, y pasemos a comentar la objeción principal que
hace María Agustina a Vassula en el sentido de que no colabora
debidamente a la unidad entre los cristianos:
La
propia Vassula nos da un criterio sobre la unidad de las Iglesias y nos
dice que ésta ha de realizarse con dos actitudes básicas:
A) Con humildad y amor entre los diversos cristianos.
B) Con fidelidad exigente a la verdad de Cristo.
Si para congraciarse con unos y otros, orillara la verdad de Cristo, sería, sin más, una falsa profeta.
¿Y que tiene de extraño que jerarquías de la Iglesia
ortodoxa la rechacen si las palabras que supuestamente le dirige el
Señor son el sentido de que Él ha dado toda autoridad a Pedro (al Papa) y
que todos los cristianos deben obedecerle. No es nada extraño que los
ortodoxos que mantienen que el Papa tiene sólo un primado honorífico la
rechacen como hereje. Pero traicionaría su misión de lograr una
verdadera unidad si por congraciarse con ellos silenciara las exigencias
de Dios, las exigencias de la verdad. Y ser rechazada por causa de la
verdad es un mérito y no un demérito, es una prueba de verdadera
profecía y no algo sospechoso.
También
en sus escritos el Señor pide a los sacerdotes católicos que
desobedecen al Papa que retornen a la fidelidad al Santo Padre. Y en
sentido despectivo, alguno de estos sacerdotes infieles ha dicho que
“Vassula es más católica que los católicos”. También esto es un honor
para ella y una prueba de que “no se casa con nadie”, sino que en sus
escritos resuena la verdad de Dios.
Si
decimos que lo importante es su mensaje citemos ahora un pasaje
significativo en que se trasluce la misericordia de Dios, pero también
su justicia perfecta, que es estremecedor y a la vez abierto a la mayor
esperanza:
“(Habla la Santísima Virgen) (...) “La lucha no ha terminado. ¡Si supieras cuántas almas caen cada día al Infierno! Su número es alarmante...”
(Yo (Vassula) pregunté:¿quiénes?)
“Desde
cardenales a niños jóvenes. Vuestra era ha degenerado y ha llegado a
ser realmente el imperio de Nuestro adversario. Su dominio se ha
extendido por toda la Tierra.
¡Ah
Vassula! Dios cuenta los días, los días en que derramará sobre vosotros
Su rocío, que os vivificará e introducirá en un Nuevo y Fecundo Jardín.
Eso se conocerá como el Nuevo Pentecostés. Venid y arrodillaros todos
para rezar por este Acontecimiento Glorioso. Rezad por su llegada. Rezad
para que vuelva el Amor.
Yo, Vassula, soy la Señora del Rosario.” (“La Verdadera Vida en Dios”, 9-8-1988—Vassula Ryden)
Lo
importante, pues, son los mensajes, y no se debe caer en críticas
superficiales, que pueden ser además de insustanciales también
farisaicas (no es éste el caso de la crítica de María Agustina).
En cuanto al juicio de la Iglesia Católica
cita María Agustina a diversas jerarquías católicas que han alertado
negativamente en sus diócesis sobre Vassula. Pero, oculta, por omisión,
que la inmensa mayoría de los obispos, entre ellos los de nuestro país,
no han puesto objeción al testimonio personal de Vassula en sus
demarcaciones.
Por
otra parte: El entonces cardenal Ratzinger pidió a Vassula, tras sus
respuestas a las objeciones vaticanas, que pusiera al principio de sus
libros la nota vaticana junto con sus respuestas. Y se supone que ello
daba autorización para difundir sus escritos con esa condición, que
Vassula cumplió.
Además,
el cardenal Ratzinger dijo personalmente a Vassula que, a partir de sus
respuestas, la nota crítica de 1995 tenía que leerse en el contexto de
esas respuestas. Y no creo que las altas instancias católicas desmientan
esta actitud del cardenal Ratzinger respecto a Vassula, ya que el
entonces cardenal es ahora el Papa Benedicto XVI.
Por
otra parte, para evaluar estos mensajes de Vassula, el criterio más
importante son sus frutos: y parece que ha habido entre sus lectores
conversiones sonadas, incluso de ateos y masones. Además se han
producido en sus testimonios personales fenómenos sobrenaturales
edificantes, que están sólidamente atestiguados.
De
todos modos, como fiel católico, reconozco que corresponde a la
jerarquía católica discernir y encauzar los carismas del pueblo fiel.
Javier Garralda Alonso