Un estudio científico y
objetivo viene a confirmarlo: cuando alguien señala con el índice y
critica a todos y a todo continuamente, en el fondo cuatro dedos están
señalando a quien hace la crítica.
Una investigación coordinada por la Universidad Wake Forest (EE UU) ha demostrado que ver con buenos ojos a los demás es un indicador de que puedes considerarte feliz, entusiasta, noble y emocionalmente estable.
A las críticas, como a las alabanzas, hay que hacerles el caso justo, y dependiendo de quién vengan. Una buena muestra del nivel de autoestima y de seguridad en nosotros mismos es la capacidad de aceptación de las críticas. Hay quienes son más inseguros, y no aguantan ni una pequeña crítica, todo les afecta.
Una investigación coordinada por la Universidad Wake Forest (EE UU) ha demostrado que ver con buenos ojos a los demás es un indicador de que puedes considerarte feliz, entusiasta, noble y emocionalmente estable.
A las críticas, como a las alabanzas, hay que hacerles el caso justo, y dependiendo de quién vengan. Una buena muestra del nivel de autoestima y de seguridad en nosotros mismos es la capacidad de aceptación de las críticas. Hay quienes son más inseguros, y no aguantan ni una pequeña crítica, todo les afecta.
“Una percepción positiva del resto de las personas indica satisfacción con nuestra propia vida”, expresa Dustin Wood, psicólogo y coautor del estudio que publicaba la revista Journal of Personality and Social Psychology.
Por el contrario, aquellos que perciben negativamente al resto o la mayoría de las personas con las que se relacionan se muestra en el estudio que suelen ser narcisistas, infelices, con tendencia a la depresión, neuróticos, antisociales y afectados por otros trastornos de la personalidad.
Según los psicólogos, es fácil caer en criticar por criticar y hay que tener una actitud permanente de atención en contra de esta tendencia. En su opinión, muchas veces la crítica no es otra cosa que envidia mal disimulada o pensar que el comportamiento de los demás tiene que ajustarse a nuestra forma de ver las cosas (soberbia)
No toda crítica es mala, dependiendo mucho de cómo y con qué fin se digan las cosas . El problema no está en sí en hacer una crítica, siempre que se haga directa y abiertamente, sino en la intención con la que se haga, no con ánimo de hacer daño, sino siempre poniéndose en el lugar del otro. Otra cosa muy distinta es criticar a espaldas de las personas, en los “pasillos”o con ánimo destructivo o malintencionado.