La pornografía amenaza el matrimonio






El 42% de los usuarios de internet de entre 10 y 17 años había visto pornografía en los últimos 12 meses.


De todas las causas de separación y divorcio que conocemos, existe una que aún pasa bastante desapercibida: la adicción a la pornografía de uno de los cónyuges. Desde la aparición de Internet, muchos matrimonios sufren las consecuencias de este veneno que penetra de forma “oculta” en la intimidad del hogar. Es tan poderoso y adictivo, que ha sido catalogado como “el crac del siglo XXI”.

LA PORNOGRAFÍA online seha convertido en una de las grandes amenazas para el matrimonio y la familia. Ya en el 2002, un estudio basado en los informes sobre divorcios de la Academia Americana de Abogados Matrimoniales en EE UU revelaba que en un 56% de los divorcios, uno de los cónyuges había demostrado “un interés obsesivo por las páginas webs con contenidos pornográficos”; en un 68%, uno de ellos había encontrado un nuevo amante por Internet; y en un 33% de divorcios, alguno de los dos pasaba demasiado tiempo en los chats (foros reconocidos por su contenido sexual).
 De igual manera, Mary Anne Layden, codirectora del Programa de Traumas Sexuales y Psicopatologías de la Universidad de Pensilvania, en un testimonio ante el Senado de EE UU, advertía de que cuando el consumo de pornografía alcanza el nivel de “adicción”, el 40 por ciento de los “adictos al sexo” es abandonado por su cónyuge, el 58 por ciento experimenta pérdidas financieras importantes y alrededor de un 33 por ciento pierde su trabajo.
Patrick F. Fagan, apunta en su estudio “The Effects of Pornography on Individuals, Marriage, Family and Community” (Los efectos de la pornografía en las personas, los matrimonios, la familia y la comunidad) que la pornografía socava las relaciones matrimoniales y provoca sentimientos de gran angustia, traición y desconfianza en las esposas de los adictos. La huella psicológica puede llegar a ser tan profunda, que algunas caen en depresión severa y requieren tratamiento clínico. Por su parte, los esposos, tras haber pasado largos periodos mirando (y deseando) a las mujeres que aparecen en esas imágenes, dicen amar menos a sus esposas, y muchos pierden el interés en las relaciones sexuales, indica Fagan. 
Sin embargo, esto no significa que la adicción a la pornografía sea un fenómeno exclusivo de los hombres, aunque sí que es verdad que la inmensa mayoría de los consumidores son varones: 83% en comparación con un 17% de mujeres, según las cifras del psicólogo Peter Kleponis. Este especialista señala que el motivo por el cual los hombres desarrollan la adicción más fácilmente que las mujeres radica, precisamente, en las diferencias entre ambos. Mientras que ellos se excitan con solo mirar, ellas necesitan entablar, primero, una relación o, por lo menos, percibir una conexión emocional. Kleponis admite que está incrementando el número de mujeres aficionadas a la pornografía, pero ellas se enganchan de otro modo: a través de espacios virtuales, como pueden ser los chats, que les permiten fantasear con una relación romántica. 
  
Por Isabel Molina E.
 

Claves para prevenir la pornografía online


• La oración de los cónyuges, la mejor arma. Dedicar atención diaria a Cristo, los dos juntos, como se hace con los buenos amigos.

• Crear espacios de comunicación para comentar lo más íntimo. Hablar de los problemas y las tentaciones de cada uno, en una atmósfera de confianza, libre del sarcasmo y crítica.

• Utilizar los métodos naturales. La continencia durante los periodos fértiles puede hacer que afloren cuestiones que están ocultas y ayudar al autodominio.

• Controlar el uso de Internet. Introducir filtros y situar los ordenadores en lugares de paso, nunca en los dormitorios. De igual manera, conviene evitar que entren en casa todo tipo de revistas y películas con contenido erótico.

• Hacer ejercicio con frecuencia. El deporte ayuda a descargar tensiones.

• Mantenerse en contacto durante los viajes de trabajo. Si uno de los dos cónyuges tiene que viajar, conviene que este llame al otro todos los días. Además, se debe tratar de evitar quedarse solo en el hotel durante periodos prolongados, se debe buscar áreas públicas para trabajar y aprovechar bien el tiempo.

• Buscar ayuda. Si uno de los cónyuges es adicto y no lo reconoce, el otro debe buscar la ayuda.