Deberéis ir protegiendo los hogares, para que satanás no pueda actuar contra vosotros
Hijitos Míos, tiempos aciagos se acercan para vuestro país y para el mundo entero, tiempos difíciles de purificación, pero para beneficio de toda la humanidad.
Mis pequeños, no quiero parecer ante
vosotros, como un Dios que solamente anuncia situaciones negativas
para vuestra vida. Ya hace muchos años os pedí que vosotros vierais que
todo esto, que se va a dar, es necesario.
Mis pequeños, os dije en aquél
tiempo que no estuvierais pensando en la situación que llevarías
vosotros en la purificación, sino que estuvierais pensando mejor en el
regalo que os iba a dar, después de la purificación porque, los que son
Míos, estarán pensando siempre en Mí, en el Amor.
De ahora en adelante
os pido, que a todo lugar a donde vayáis, lo bendigáis; en éste momento
bendigo éste hogar, para que Mi Presencia Divina esté siempre aquí,
protegiéndoos y, lo mismo deberéis desear para cada lugar donde
vayáis, protegedlo así contra los ataques de satanás, que se
darán muy fuertes.
Sí, ciertamente, en otros lugares se
han dado ya lugares de protección, vosotros, que vivís aquí, en la
ciudad, deberéis ir protegiendo los hogares, para que satanás no pueda
hacer lo que él quiere hacer con vosotros, Mis hijos. Es algo que os
estoy pidiendo, para que protejáis a vuestros hermanos y os protejáis
vosotros mismos.
Mi Amor se derrama sobre toda la
humanidad, pero no todos aceptan Mi Amor en su corazón y en su vida. Os
pido, por favor, que hagáis todo lo necesario para que Mi Amor se vaya
difundiendo entre todos vuestros hermanos.
Os amo infinitamente y quiero, Mis
pequeños, que siempre estéis reunidos en un solo corazón, en un solo
sentimiento, que es el del Amor, porque es el Amor el que os va a
mantener unidos en estos tiempos de dificultad y, es el Amor, Mi Amor,
el que os va a unir eternamente.
Nunca os separéis del Amor, manteneos unidos a Mí, a Mi Corazón, esté como esté la
situación en vuestra vida, el mal nunca perdura, el Amor es el que
vence y es el que perdurará eternamente.
Dios Padre a Javier Viesca
Méjico 2010