*Cataluña aumenta las clínicas abortistas


 
 
 
 
 
 
 
 
 
El Govern plantea incrementar de dos a once las clínicas abortistas concertadas en las que se realicen abortos con dinero público lucrando al sector privado



La Generalitat de Cataluña, que pasa por uno de los peores momentos económicos de su histórica democrática, la misma Generalitat que no paga los servicios más elementales como dependencia, ayudas a los ancianos más necesitados, los servicios asistenciales que prestan terceros, la misma que ha recortado ampliamente el presupuesto de Educación, y Sanidad, y que continuará recortando, esa Generalitat ha decidido ampliar el número de clínicas abortistas a las que paga los abortos por no poder hacerse cargo en la Sanidad Pública, y lo hace pasando de dos clínicas abortistas concertadas a once.

La actual Ley estatal de aborto que aprobó el PSOE del ex presidente José Luís Rodríguez Zapatero incorporó un cambio fundamental hasta entonces inédito: por primera vez los abortos se incorporaron dentro de la cartera de prestaciones financiadas por la Sanidad pública.
 
En el año 2011, el último del cual se dispone de datos definitivos, se registraron un total de 22.614 abortos en Cataluña. Las dos clínicas abortistas concertadas con la Generalitat –Tutor Médica y Centro Médico Casanova- cubrieron 8.500 del total de 13.600 que Salud financió, el resto se realizó en las dependencias públicas, todos ellos pagados con dinero público.
 
Ahora la Generalitat quiere ampliar el número de clínicas abortistas concertadas a 11 y de esa forma ampliar su radio de actuación a provincias como Girona y Tarragona y seguirían cubriendo con mayor propósito la de Barcelona.
 
La directora general de la asociación Salud y Familia, Elvira Méndez, en declaraciones al diario El Punt lo justificaba así: “Las mujeres de Girona, Lleida y Tarragona no disponen de clínicas con contrato público y muchas prefieren pagar que tener que ir a Barcelona”.
 
Las clínicas abortistas: una excepción sin parangón
 
De este modo el negocio del aborto se sigue extendiendo y cobrando dinero público de los abortos que realizan, un daño grave para la mujer del que se aprovechan estas las clínicas privadas. Es por eso que el negocio del aborto, que además es de alta rentabilidad, no debe ser privado.
 
Cabe recordar que nuestro contexto social se basa en un principio que rige que nada de la Sanidad pública debe de ser un negocio como primera instancia, entonces, ¿por qué la única excepción la constituyen las clínicas abortistas, un negocio que desde la ‘Ley Aído’ se financia con dinero público? El aborto ha sido y es un gran negocio financiado con recursos públicos y la única actividad que la Seguridad Social admite que puede ser desarrollada en las clínicas privadas en lugar de las públicas, es una excepción rotunda, no hay ningún otro caso.
 
Es un escándalo que la Generalitat fomente el aborto de esta manera, pero todavía es peor que lo recorten todo por todos lados y para lo único que tengan dinero es para pagar abortos.
 
Juan Francisco Jiménez Jacinto