*Consejos para superar la crisis matrimonial



Nadie está libre de una crisis en el matrimonio. Ocurre en todos los esposos, a veces dura más, a veces pasa inadvertida, pero como tenemos la seguridad de que pasará y no una sino varias veces, es mejor estar preparados, y es justamente por ello que me dediqué a buscar que dicen los expertos al respecto.

Según Tomás Melendo, en su libro “Y vivieron felices” cita algunas conductas que hacen muy difícil mantener el amor:

La soberbia y el orgullo: son el origen de casi todos los defectos, del mismo modo que la humildad, la sencillez, es el fundamento de casi todas las cualidades. Son el mayor enemigo del trato conyugal: en las pequeñas reyertas, ninguno de los dos tiene razón. El que está más sereno ha de decir una palabra, que contenga el mal humor hasta más tarde. Y más tarde —a solas— discutan, que ya harán en seguida las paces.

• Cuando se vive sin reglas ni principios. Cuando todo es cuestionable. “Acepto tu voluntad si coincide con la mía”

• El descuido permanente y sistemático de lo pequeño.
Para corregirlas, es necesario previamente tomar conciencia de que es lo que está originando estas conductas, y quien mejor que el gran psicólogo español Enrique Rojas para comentar los principales errores acerca del amor. Según él son los siguientes:

• Pensar que es suficiente con estar enamorado, es sólo el empujón, pero el amor es como un fuego, que hay que avivarlo día a día, sino se apaga.


• Creer que la vida conyugal no necesita ser aprendida. Dar y recibir amor requiere de un saber, un conocer de las maneras y los modos mas adecuados. Es de gran inmadurez pensar que una vez que dos personas deciden compartir su vida todo irá viento en popa.


• Ignorar que existen crisis de pareja


• No conocerse a uno mismo antes que a la pareja.




Una vez identificadas, nos da algunos consejos para superar la crisis:

• Esforzarse por comenzar de nuevo, cancelando la lista de agravios.

• Evitar por todos los medios, las ofensas de palabra, acción o gestos.

• Procurar resolver los conflictos que nos hacen estar mal con nosotros mismos.

• Aprender a callar, evitando discusiones inútiles.

• Aceptar al otro tal cual es y quererle con sus defectos. Hay dos tipos de defectos, las manías y los graves, son solo los últimos los que deberás ayudarlo a cambiar.

• Pensar que no podemos acumular las posibles ofensas del otro en el baúl de los recuerdos. Cultivar el olvido.

• Hablar sin miedo sobre aquello que molesta del otro y el modo de superarlo.

•  Hablar después de un pleito, no cerrar las heridas en falso.

Fuente: ideasvida.wordpress.com