Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo y lloro, junto con vosotros, al ver cómo el hombre que se ha satanizado, que se ha vuelto del mundo, no quiere seguir lo que a Mí tanto Me costó y Me sigue costando. y Me duele ver lo que se ha hecho con Mi Iglesia,.
Ciertamente, hay muy buenos elementos
dentro de ella que están manteniendo su vitalidad, pero se está viendo
también cómo la maldad se ha introducido y ya no se está dando lo que
se debiera dar.
La Iglesia ha tomado una posición muy cómoda, ya no se lucha por llevarMe a Mí a los pueblos necesitados, a aquellos hermanos vuestros que necesitan conocerMe y amarMe. No
se busca el sufrir ya hasta el cansancio o la muerte por parte de muchos de Mis sacerdotes y religiosos. El pueblo necesita de los Sacramentos y ésa posición cómoda, hace
que muera sin ellos, cuando debieran ser administrados por
Mis ministros y sacerdotes.
Mucha maldad se ha introducido dentro
de ella y ya no se busca vivir en el respeto a Mis Leyes y a Mi Amor,
por eso, tiene que ser purificada y santificada.
Ciertamente, esto causará una gran
expectación mundial, causará muchas dudas, causará mucho dolor pero, al
final, Mi Amor se hará sentir entre los hombres, especialmente cuando
quede purificada y regresen a ella.
La
Iglesia, el Templo en sí, es Casa de Oración y Yo estoy presente ahí,
Mis pequeños y así debiera ser, que todo aquel que Me quisiera
encontrar, llegara a orar, llegara a arrepentirse de su mal proceder,
llegara a convivir un rato con su Dios.
Vosotros sois
Iglesia, vosotros sois templo vivo de Mi Presencia en vuestro ser,
vosotros debéis ser ejemplo ante los hombres, simplemente por el hecho
de vivir lo que Yo os he enseñado, y eso os debe dar un carácter muy
especial entre vuestros hermanos, a tal grado de que se os reconozca
como seguidores Míos. Los que Me viven, realmente, Me transmiten sin
darse cuenta y ahora no lo estáis viendo con muchos de Mis ministros o
sacerdotes. Os acercáis a ellos y viven bien más del mundo, no viven
ésa intimidad Conmigo, buscan cosas muy diferentes para la que fueron
ellos escogidos. Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo,
pero con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del
Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido
aprovechar en pleno.
Me duele ver, Mis pequeños, tanta
confusión, maldad, lucha de intereses mundanos y ataques satánicos por
parte de ellos, porque muchos de mis
ministros se han vuelto instrumentos de satanás y ofrecen sacrificios y
ofrendas a Mi enemigo, aún en Mi Templo Santo. ¡Cuánta
traición por parte de ellos!, ¡Me duele tanto!
Ciertamente, desde un principio, aquí sobre la Tierra, Mi Iglesia tuvo
un traidor, no escogí lo mejor que había entre los hombres. Sé y
reconozco las debilidades que existen en la humanidad, pero cuando
son escogidas estas almas, para el Sacramento Sacerdotal, Mi Gracia se
derrama sobre éstas almas importantes para todos vosotros y hay un
cambio grande en su ser.
Pero muchos, que han obtenido ésta Gracia, la
han hecho a un lado, han traicionado Mis regalos, Mis Bendiciones y no
han querido seguirMe. Han regresado al mundo, buscando
sus placeres y riquezas, al grado de ser escándalo entre sus mismos
hermanos sacerdotes y aún más, para Mi Iglesia Mundial, que sois
vosotros. ¡Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños, ministros que habéis traicionado Mi Amor, pero sobre
todo, que traicionasteis el que Yo os hubiera escogido para ésta
misión grande sobre la Tierra, que es la más grande que un hombre pueda
tener, la de ser sacerdote entre los hombres.
No sabéis apreciar la grandiosidad de
vuestra posición ante los hombres y ante el Cielo. Habéis
desperdiciado Mis regalos pero, sobre todo, el que Yo haya puesto toda
Mi Confianza sobre vosotros, Me traicionasteis.
Arrepentíos, ahora que tenéis todavía
tiempo para hacerlo, porque, ciertamente, Mi Juicio sobre vosotros
será tremendo, porque Me fallasteis a Mí, vuestro Dios, fallasteis y
engañasteis a vuestros hermanos en el mundo y causasteis escándalo, a
tal grado, de que muchos perdieron la Fe por vuestro mal proceder.
Seréis juzgados severamente, ministros de Mi Iglesia que fallasteis
porque Me disteis la espalda y quisisteis seguir a Mi enemigo.
De
cualquier manera, recibid Mis Bendiciones, para que ellas toquen
vuestro corazón y venga vuestro arrepentimiento antes de vuestro Juicio
severo.
Gracias, Mis pequeños.
Jesús a J.V
Dios Padre se manifiesta web
Gracias, Mis pequeños.
Jesús a J.V
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