*Acude al confesonario y una anécdota

Un editorialista narraba recientemente que en una pequeña iglesia de Mallorca (España) está la imagen de un doliente Cristo. La mano derecha del Crucificado está desclavada de la cruz.

Cuenta la piadosa leyenda que hace muchos años un hombre llegó a la capilla buscando a un sacerdote para pedirle que lo escuchara en confesión. Terribles eran los pecados de aquel hombre; sus culpas eran más grandes que las mayores que el sacerdote había conocido en toda su vida, larga ya, de confesor. No existía falta en que el malvado no hubiese incurrido; todos los pecados mortales los cometió aquel torvo mortal.

-¿Qué hago? -se preguntaba en su interior el sacerdote lleno de congoja-. ¿Cómo voy a darle la absolución a este monstruo de maldad? ¡Sus culpas no pueden tener perdón de Dios!

En ese momento oyó en la capilla un ruido como de madera que se resquebrajaba. El Padre volvió la vista y se quedó admirado: el Cristo había desclavado su mano de la cruz y con dulce mirada de misericordia le estaba dando la bendición a aquel hombre arrepentido de sus graves pecados. Era la respuesta de Dios a sus dudas. Entonces, muy conmovido, procedió a absolverlo.

Leyenda o realidad (pues si no lo fue, mereció serlo), este relato retrata a la perfección la misericordia de Dios hasta con el peor pecador si realmente está contrito de su faltas, por graves que sean, y si se propone luchar por no volverlas a cometer.

Por ello esta cuaresma, acógete a la misericordia de Dios, confía en ella y acude al Confesionario para que ella se derrame sobre ti y tus culpas queden perdonadas. Cumplirás, además, con un precepto de la Iglesia: Confesar al menos una vez al año, por la cuaresma; o antes, si existe peligro de muerte o si se va a comulgar. 


¿QUÉ DICE EL SEGUNDO MANDAMIENTO DE LA SANTA MADRE IGLESIA?

485.- ¿Qué nos manda la Iglesia con las palabras del segundo mandamiento: CONFESAR LOS PECADOS MORTALES AL MENOS UNA VEZ AL AÑO? - Con las palabras del segundo mandamiento: Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, la Iglesia obliga a todos los cristianos que han llegado al uso de razón, a cercarse por lo menos una vez al año al sacramento de la Penitencia para confesar los pecados mortales.

486.- ¿Cuál es el tiempo más oportuno para satisfacer el precepto de la confesión anual? - El tiempo más oportuno para satisfacer el precepto de la confesión anual es la Cuaresma, según el uso introducido y aprobado de toda la Iglesia.

487.- ¿Por qué dice la Iglesia que confesemos los pecados mortales al MENOS una vez al año? - La Iglesia dice: al menos, para darnos a entender su deseo de que nos acerquemos más a menudo a los santos sacramentos.

488.- ¿Es, pues, útil confesarse a menudo? - Es utilitísimo confesarse a menudo, sobre todo porque es difícil que se confiese bien y esté alejado del pecado mortal quien rara vez se confiesa.

489.- ¿Por qué se añade: Y EN PELIGRO DE MUERTE? - Se añade en el segundo mandamiento de la Iglesia y en peligro de muerte, porque de una santa muerte depende la salvación del alma y una buena confesión facilita una santa muerte.

490.- ¿Por qué se indican últimamente: Y SI SE HA DE COMULGAR? - Se indica en último lugar: y si se ha de comulgar, porque la Sagrada Comunión se ha de recibir en estado de gracia, y el que tenga pecado mortal ha de ponerse en gracia mediante la confesión precisamente, no bastando el acto de contrición perfecta.