*Hostias que sangran: Análisis de la ciencia

                                                                Alejandro Pezet

Una hostia sangró en Polonia y llamaron a un Cura que está en Salta

Fuente: www.informatesalta.com.ar

El padre Alejandro Pezet, de la parroquia Jesús Misericordioso de Rosario de Lerma, viajó a Polonia hace 3 años, citado por la Iglesia para que brinde su experiencia acerca de un caso excepcional y conmovedor que le tocó vivir allá por 1996, cuando una hostia comenzó a sangrar. “Se dio un hecho similar en Polonia, y vamos a ir para contar lo que a nosotros nos tocó pasar”, dijo el Padre, y en una charla exclusiva con Informatesalta brinda detalles emocionantes sobre estos “signos eucarísticos”.

El año pasado, en Polonia, una hostia sangró, en lo que la Iglesia denomina “signos eucarísticos”. Si bien desde el Vaticano se recomienda “guardar estos temas en secreto”, una vez que toman estado público cobran una fuerza tan inusitada que la noticia da la vuelta al mundo con la velocidad de la luz. El caso que ocurrió en parroquia San Antonio Padewski, en la ciudad de Sokolka, Polonia, conmueve al mundo católico y sorprende a quienes no creen: una hostia emanó sangre. Y existe un cura que está trabajando en Salta, en la localidad de Rosario de Lerma, que vivió un caso similar.

El domingo 18 de agosto de 1996, el padre Alejandro Pezet había terminado de dar la misa de tarde en la Parroquia Santa María, del barrio de Caballito, en Buenos Aires. Cuando se disponía a salir de la iglesia, una señora le comunicó que en el altar lateral estaba una hostia tirada. “Me fui hasta el lugar –le dice el Padre a Informatesalta- y la encontré dentro de un candelero lleno de moho. La llevé al altar y la puse en un vaso con agua porque no se la puede tirar a la basura, pues allí hay presencia eucarística. Dejé la hostia unos días hasta que se disolviera, y lunes 26 de agosto, una señora mayor a quien conozco desde hace muchísimos años, se me acerca y me dijo que me fijara, que algo raro pasaba con la hostia.

- ¿Qué fue lo que pasó, Padre?
 
- Se puso roja en un lado de la hostia, y con el correr de los días se puso toda roja. Opté por llevarla a mi cuarto y tenerla ahí, para que yo sea testigo de que nadie la tocó. Y ahí informé a las autoridades de la Iglesia, que si siempre recomiendan tener estos casos en secreto, pero este caso había tomado un estado público, digamos, comunal, porque se había enterado todo el barrio. 

- ¿Y cuáles fueron los pasos que siguieron?
 
- En casos de este tipo se solicita la opinión de la ciencia, entonces se tomaron muestras de la hostia que fueron llevadas, en frascos lacrados y sellados, a laboratorios de Europa y Estados Unidos, para que sean estudiados en los más sofisticados laboratorios y con los mejores médicos forenses, quienes no sabían que la muestra había sido tomada de una hostia.

- ¿Y que dijeron los resultados?
 
- (se toma unos segundos y le muestra a Informatesalta una carpeta con los resultados de la muestra) Mire –dice señalando una parte del informe-, estos son los resultados del estudio:

“La muestra corresponde a carne y sangre”
“Contiene código genético humano”
“Se trata de un corazón que ha sufrido traumatismos”
“El corazón tenía una actividad dinámica (viva) durante el instante que se tomó la muestra”

- Impresionante, Padre. ¿Usted dijo que ninguno de los forenses ni científicos que hicieron el estudio sabían que la muestra fue tomada de una hostia?
 
- Ninguno sabía nada, incluso uno de ellos, un forense de Estados Unidos, preguntó cómo habíamos hecho para tomar la muestra de una persona viva, mientras que otro dijo: el paciente de ustedes está sufriendo mucho. 

- Usted fue un privilegiado Padre, ¿se siente así?
 
- No, yo digo que todos somos privilegiados y en forma constante vemos milagros, para mí que salga el sol todos los días es un milagro, aunque Jesús habla de signos y de milagros, para mí esto que ocurrió fue un signo eucarístico. Lo que dijo el Papa Juan Pablo II alguna vez es que casos como estos nos ayudan para la fe, esto no sirve para convencer a nadie, el que no cree, no va a creer porque pase esto, y al que cree, le ratifica su creencia. 

- Padre, el informe decía que el “corazón del que se tomó la muestra está sufriendo”. Usted habló de signos o de mensajes, ¿será que Jesús está sufriendo por cosas que pasan en el mundo, y en la propia Iglesia? Ahora salieron a la luz, por ejemplos, casos de pedofilia que fueron denunciados por el Vaticano…
 
- Cristo está sangrando, y puede interpretarse eso. En la edad media hubo milagros eucarísticos. En España y en Italia hubo casos como estos y se dieron en sacerdotes que no tenían fe, que tenían dudas de fe, a eso se le atribuyeron aquellos casos. En el que me tocó vivir a mí en forma particular no lo considero así porque fueron otras circunstancias: una señora me dice que hay una hostia tirada, yo la levanto, la pongo en agua y pasó lo que pasó. Un signo eucarístico fuerte, sin dudas, y en el cuál la Iglesia actuó con total seriedad, solicitando la opinión de la ciencia.

Por Gustavo Ruiz - Informatesalta