*Cómo detener una profecía








18 Abril 2013 LLAMADO DE JESÚS DE NAZARETH AL MUNDO CATÓLICO


Hijos míos, paz a vosotros.


Orad para que la guerra sea detenida, porque la paz está a punto de desestabilizarse. 

Si Rusia no es consagrada lo más pronto posible al Corazón Inmaculado de mi Madre, os aseguro que traerá muchas desgracias y propagará su doctrina herética al mundo entero, haciendo que todos los acontecimientos se den antes del tiempo señalado por la voluntad divina.


Hijos míos, escuchad: Mi Padre respeta vuestro libre albedrío y no os impone nada; acordaos que estáis en el no tiempo, debéis de orar, ayunar y hacer penitencia, para detener el curso de los acontecimientos que están por desatarse. El poder de la oración en cadena derriba fortalezas y cambia profecías.


Por vuestras oraciones, ayunos, súplicas y penitencias, os envié un Papa que hará la voluntad de Dios, siempre y cuando el mundo católico no lo abandone en la oración. Si oráis por el Papa Francisco, él hará la voluntad de mi Padre, más si descuidáis la oración por él, mi adversario y sus instrumentos infiltrados en la sede de Pedro, lo llevarán a cometer errores en contra de la fe, el evangelio y doctrina de mi Iglesia. Hijos míos, os digo todo esto para que despertéis espiritualmente y comencéis a hacer de la oración vuestra mayor prioridad.


Acordaos que estáis en tiempos de batalla espiritual y no podéis descuidaros con la oración, ayuno y penitencia, ya que estas son vuestras fortalezas y armas espirituales que os protegerán de los ataques de mi adversario y sus huestes del mal. La voluntad de mi Padre es que yo no pierda a ninguno de los que él me ha dado, sino que los resucite en el último día. (Juan 6, 39).


Hijos míos, no es voluntad de Dios que la humanidad sufra, es vuestro libre albedrío quien elige el camino. Cuando la humanidad se aparta de Dios y sus preceptos de vida, cae en el desamor y la injusticia; es el hombre apartado de Dios quien sojuzga a su propio hermano y lo esclaviza y esto no hace parte de la voluntad divina.


Aprended de los habitantes de Ninive que estaban apartados de Dios, pero por la predicación de Jonás se convirtieron y Dios se arrepintió del castigo. Haced lo mismo en estos tiempos para que vuestra purificación os sea más llevadera. Porque en verdad os digo: Si no os arrepentís, todos pereceréis.


Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca. Vuestro Maestro y Pastor. Jesús de Nazareth.


Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.


Mensajes del Buen Pastor Enoc