*Despierta, alma, despierta



DESPIERTA, ALMA, DESPIERTA

-Saeta de desengaño-



Despierta, alma, despierta

no aguardes a que la muerte

condenada te despierte



Si un pecado mortal solo

te lleva al eterno fuego

¿Cómo duermes con sosiego?



Confiésate, pecador,

que, cuando más descuidado,

puedes morir en pecado.

Aunque estés bueno al presente,

puedes morir de repente



Por dilatar a mañana

el confesar los pecados,

hay hoy muchos condenados,

¿Cuántos sanos se vistieron

y muertos anochecieron?

¿Cuántos sanos se acostaron

y a amanecer no llegaron?



Hombre, que estás en pecado,

si aquesta noche murieras,

piensa bien: ¿a dónde fueras?



Mira que de Dios el brazo

ha mucho que alzado está,

y hoy por ventura será

de tu enmienda el postrer plazo.



Si el vivir es caminar

a morir, di ¿de qué suerte

vives y esperas de la muerte?



Llora, cristiano, tu culpa,

que el que no llorare ahora

sin remedio después llora.



Una vez has de morir.

Si ésta la yerras, advierte

que será eterna tu muerte.



Si has de convertirte a Dios, 

y esto ha de ser a alguna hora,

¿por qué no lo será ahora?



Mira, pecador, cual vives,

porque de la misma suerte

que es la vida es la muerte.



Dispónte  a morir ahora,

que en la muerte ya no es hora.

Muy dudoso es que se acierte

la buena muerte en la muerte



P. Alonso Andrade (de la Compañía de Jesús)