*La gran epidemia y el aceite de san José

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Pío de Pietrelcina en un aparte de su locución a Agustín del Divino Corazón, el 26 de Diciembre de 2010, sobre el aceite de san José dice: "Estáis en el final de los tiempos, la gran tribulación se avecina. Tened reserva suficiente del aceite de san José. Una gran epidemia se extenderá como plaga. Este aceite será la contra, la medicina."

Mensaje dictado por san José al hermano Agustín del Divino Corazón el 26 de Marzo de 2009:
 
Locución de san José:

Atended a los sabios consejos de mi amadísima esposa, María, guardadlos en vuestro corazón, meditadlos y vividlos. Conservad la sencillez y la pureza de vuestro corazón para que seáis verdaderas ofrendas de amor a la Victima Divina.

No me hagáis a un lado de vuestras vida, fui el único hombre en la tierra en el cual Dios encontró complacencias. Entregadme vuestra vida interior y os la enriqueceré. Os daré un regalo esta noche, hijos amados de mi Hijo Jesús: EL ACEITE DE SAN JOSE. Aceite que será un auxilio Divino para este final de los tiempos; aceite que os servirá para vuestra salud física y vuestra salud espiritual; aceite que os liberará y os protegerá de las acechanzas del enemigo. Soy el terror de los demonios y, por ende, hoy pongo en vuestras manos mi aceite bendito.

Propagadlo, será útil para toda la humanidad. Los hombres recibirán descanso a sus penas espirituales, físicas y morales. Preparadlo de la siguiente forma:

1.- Tomad un cuarto de aceite de Oliva (250 mililitros) Y siete lirios
2.- Ponédmelos por siete días frente a mi imagen.
3.- Después, verted las flores (deshojando los pétalos) en el aceite y ponedlo a fuego lento por siete minutos.
4.- Separad los pétalos de los siete lirios, escurridlos bien y dejad el aceite.

Durante los siete días yo derramaré gracias, bendiciones especiales a aquellos lirios.
Ese es mi aceite, hijos amados, el Aceite de san José.

Os lo repito. Será una coraza que os protegerá, contra todo espíritu demoníaco, os fortalecerá en vuestras pruebas, os alentará en vuestro caminar, os sanará del cuerpo, del espíritu y del alma. Os lo repito, el aceite de san José: siete lirios puestos frente a mi imagen durante siete días, haciendo referencia a mis siete dolores y siete gozos; además el número siete indica perfección y os daré, a través de la unción diaria con este aceite: perfección y crecimiento en vuestra vida interior.

Cuando sintáis abatimiento, ungíos en vuestro pecho y recibiréis fortaleza, alivio. Cuando os aquejen males de vuestro cuerpo ungíos. Ungid con mi aceite a los enfermos del cuerpo y del alma. Ungid con mi aceite a los posesos, a los endemoniados, el demonio huirá de todas estas personas atacadas por los espíritus del averno. Privilegiados? No? Como el cielo os consiente; como el cielo deposita en vuestras manos grandes tesoros. Aceite de san José: bálsamo sanador, bálsamo liberador, bálsamo regenerador.

Os amo, hijos amados de mi Hijo Jesús.
Os bendigo. AMÈN.
 
A los ocho días, después (Abril 3),

San José dice:
 
Ya habéis obtenido el primer aceite.
 
Haced que muchísimas persona lo hagan. Este aceite es sanador, es un bálsamo de paz para el alma. Cuando sintáis turbación aplicadlo en vuestro pecho y recibiréis la paz.
 
El aceite y los lirios se deben colocar un día miércoles (ante la imagen de san José) y al miércoles siguiente preparadlo (los puntos 3 y 4 arriba descritos en el mensaje anterior) en mi día dedicado a mi culto y a mi devoción. Este aceite tiene grandes gracias, grandes bendiciones. Ungíos diariamente con él y mantened reserva de este aceite. No olvidéis traer mis lirios perfumados y haced mas aceite, de miércoles a miércoles, para que tengáis reserva.