*La Virgen da reglas para grupos de oración

El 23 de mayo de 1983, la Virgen le dijo a Jelena Vasilj (se comunica por medio de locuciones con la Virgen en Medjugorge): “Reúne a una veintena de jóvenes que estén dispuestos a seguir a Jesús sin reservas. Tienes un mes para reunirlos. Yo los iniciaré en la vida espiritual. Pueden también ser más de veinte. Inclusive pueden ser adultos o niños; a condición de que todos acepten la regla.

A estas personas les pediré que hagan penitencia por ciertas intenciones. Ayunarán y orarán por el obispo. Renunciarán a aquello que más les agrada la bebida, el café, los placeres, la televisión. 


Es necesario que haya personas deseosas de consagrarse a la vida espiritual y otras prontas a consagrarse más especialmente a la oración y al ayuno. Yo les daré las reglas que tendrán que seguir. Las personas que sigan estas reglas estarán consagradas, sea cual fuera su estado”.

En junio de 1983, la Virgen le dictó a Jelena las reglas del grupo de oración que comenzaba a constituirse. ¡Estoy segura que estas reglas moverán el corazón de muchos jóvenes, y no tan jóvenes, que se encuentran en la búsqueda de un camino que valga la pena!

“ 1. Renuncien a todas las pasiones y deseos desordenados. Eviten la televisión, particularmente las emisiones nefastas, los deportes excesivos, el goce intempestivo de los alimentos y bebidas, el alcohol, el tabaco, etc.
2. Abandónense plenamente en Dios.
3. Dejen de lado definitivamente toda angustia. Quien se abandona en Dios no tiene lugar en su corazón para la angustia. Las dificultades subsistirán, pero servirán para el crecimiento espiritual y para dar gloria a Dios.
4. Amen a sus enemigos. Quiten de sus corazones todo odio, amargura y juicio preconcebido. Oren por sus adversarios y atraigan sobre ellos la bendición divina.
5. Ayunen dos veces por semana a pan y agua.
6. Que el grupo se reúna por lo menos una vez por semana.
7. Consagren un mínimo de tres horas diarias a la oración, media hora por lo menos por la mañana y otro tanto por la noche. En ese tiempo de oración están comprendidas la santa misa y la oración del santo rosario. Resérvense momentos de oración a lo largo del día y, cada vez que las circunstancias lo permitan, reciban la santa comunión. Oren con gran recogimiento. No estén mirando el reloj, déjense conducir, en cambio, por la gracia de Dios. No se preocupen demasiado por las cosas del mundo, confíen todo en la oración a nuestro Padre Celestial. Si están muy preocupados, no podrán orar bien porque les faltará serenidad interior. Dios hará que todo lo de aquí abajo tenga buen fin si se empeñan por realizar Sus obras.
Aquellos que vayan al colegio o que trabajen deberán orar media hora por la mañana y por la noche, y si es posible, participar de la Santa Eucaristía. Deberán permanecer en espíritu de oración durante el trabajo cotidiano, es decir acompañar su trabajo con la oración.
8. Sean prudentes pues el demonio tienta a todos, y particularmente a los deciden consagrarse a Dios. Les sugerirá que oran demasiado, que exageran con el ayuno, que deben actuar como los demás jóvenes e ir al encuentro de los placeres. ¡No lo escuchen ni lo obedezcan! Deben escuchar la voz de la Gospa. Cuando estén fortalecidos en la fe, el demonio ya no podrá seducirlos.
9. Oren mucho por el obispo y los responsables de la Iglesia. Por los menos la mitad de sus oraciones y sacrificios deben estar dedicados a esta intención.