*No puedo estar en las almas conviviendo con Satanás

Dios Padre a Javier Viesca, julio 2012


Ciertamente hay entre vosotros, hijos Míos que han tratado de mantener toda su vida en orden, con respeto a Mis Mandamientos, a Mis Leyes, a Mi Amor. Ciertamente, hay otros que han llevado una vida disipada, pero que tendrán su momento, en éste futuro por venir, en donde podrán dar su máximo y alcanzar la santidad de vida, como hay santos de los cuales tenéis vosotros conocimiento, en que fue en momentos pequeños, en donde dieron todo su ser para la ayuda de sus hermanos, dieron su vida por protegerlos, por ayudarles y así alcanzaron su santidad de vida.


Vosotros, tratad de llevar a cabo, en vuestra vida, lo mejor que podáis hacer, Yo Soy vuestro Juez, vosotros estáis viviendo para Mí, para servirMe y ganar la salvación de vuestros hermanos. 


Debéis buscar vuestra propia santidad de vida, pero esta la obtendréis con el servicio a vuestros hermanos, llevándoles Mi Voluntad a ellos y no viviendo bajo vuestra voluntad, que es una voluntad errónea y, muchas veces, mala, porque satanás también va tomando al hombre y lo va desviando, de tal forma, que llega a formarse una idea de vida muy diferente a lo que Yo pido. 


Dejad pues que Mi Voluntad empiece a penetrar en vuestros corazones, que Mi Voluntad os tome en totalidad, de tal forma que vuestros actos van a empezar a transmitirMe a vuestros hermanos, porque si Yo estoy vivo en vosotros, necesariamente vosotros actuaréis según lo que tenéis en vuestro corazón, que es Mi Presencia Divina en vosotros. Cuando aprendáis a vaciaros de vosotros mismos y Me dejéis a Mí la autoridad de vuestra existencia, es cuando vosotros vais a gozar plenamente, y vais a dar a vuestros hermanos Mi Vida, que esto les ayudará a que puedan salvarse muchos de vuestros hermanos al alcanzar su santificación.


La santidad de vida, pues, Mis pequeños, es el olvidarse de uno mismo y llenarse de Mi Voluntad, llenarse de Mi Presencia, llenarse de Mi Conocimiento y, de esta forma, Yo caminaré en el mundo a través de vosotros porque vosotros estaréis llenos de Mí.

No os imagináis, Mis pequeños, lo que gozan las almas cuando están llenas de Mí, es vida de Cielo en la Tierra y, además, se os da un conocimiento diferente, un conocimiento extra de saber entender, aunque sea en poco, lo que es Mi Divinidad, lo que es Mi Amor, lo que es Mi Donación por todos vosotros. 


Hay tantas cosas bellas que estoy esperando regalaros, pero vosotros no lucháis por ellas, es más, ciertamente no las conocéis, pero tampoco hay deseo en vuestro corazón de obtenerlas, porque estáis muy distraídos en el mundo.


Manteneos pues alertas y mantened alerta todo vuestro ser para desechar todo lo malo que pueda entrar o que quiera entrar a vuestro interior y Me quite lugar a Mí, vuestro Dios y ya no tenga la plenitud de vuestra vida y de todo vuestro ser. 

Yo quiero tener la totalidad de vuestro ser, no dejéis que lo sucio de satanás Me quite espacio, Me quite lugar, pero sobre todo, que no exista su presencia en vosotros, porque o estáis Conmigo o estáis contra Mí, no podemos convivir los dos en vuestro interior, Yo, con Mi Amor o satanás con su maldad. 

Por eso debéis estar muy atentos a lo que entra en vuestro ser, lo que entra en vuestros pensamientos y deberéis, también, estar atentos a qué es lo que sale de vosotros. ¿Estáis actuando en el bien? ¿Estáis dejando que Mi Presencia Divina se manifieste a través de vosotros o estáis limitando Mi Presencia y Donación porque satanás no os deja actuar según Mi Voluntad?


Por eso os he dicho que vuestra vida es una lucha continua tratando de hacer crecer vuestro ser espiritual, según Mi Amor y según Mi Voluntad e impidiendo que todo lo que venga de satanás pueda afectaros y con eso, que vuestras obras también afecten a otros.


Tratad y es más, pedidMe que vosotros seáis de una sola pieza, honestos con vosotros mismos, que no os mintáis a vosotros, haciendo creer a los demás que Yo estoy plenamente con vosotros, cuando vuestros actos están demostrando otra cosa. Si ya habéis decidido estar Conmigo, pedidLe a Mi Santo Espíritu que os prepare para que podáis estar ante Mi Presencia en algún momento de vuestra existencia.


La lucha es continua, no os durmáis, no descanséis, creyendo que ya podéis hacerlo porque ya os creéis lo suficientemente buenos. No, Mis pequeños, al dejar de orar, caéis en soberbia y vosotros vais a declinar, porque no permitiréis que Mi Gracia llegue a vosotros por vuestra soberbia. 

Sed sencillos y humildes y dejad que Yo, vuestro Dios, actúe por vosotros por el bien de vuestros hermanos. En vosotros está la decisión, pero recordad, o estáis Conmigo o estáis contra Mí, Yo no puedo estar en las almas que le han dado, aunque sea una parte de su alma a satanás, si Me queréis a Mí, Yo debo estar en totalidad.

Os amo, Mis pequeños y os bendigo, amén.