*El hermano de L Boff critica la Teología de la Liberación


En una entrevista, Clodovis Boff (hermano de Leonardo Boff) en Folha de São Paulo da un buen repaso a su hermano y a la Teología de la Liberación, no ha tenido repercusión mediática, ¿por qué?. (traducción Joaquín Trigueros):
¿Benedicto XVI fue el gran enemigo de la Teología de la Liberación?
 Clodovis Boff.- Esto es una caricatura. En los dos documentos publicados, Ratzinger defendió el proyecto esencial de la teología de la liberación: el compromiso con los pobres como resultado de la fe pero criticó la influencia marxista. De hecho, es una de las cosas que yo también critico. 

El documento de 1986 señala la primacía de la liberación espiritual, perenne, sobre la liberación social, que es histórica. Las corrientes hegemónicas de la teología de la liberación prefirieron no comprender esta distinción. Esto ha hecho, con frecuencia, que esa teología haya degenerado en ideología.
¿Y los procesos inquisitoriales contra los teólogos?
 Clodovis Boff.- La Iglesia no puede entrar en negociaciones cuando se trata de la esencia de la fe: La iglesia no es como la sociedad civil, donde la gente puede decir lo que quiera. Estamos vinculados a una fe. Si alguien profesa algo diferente de esta fe se autoexcluye de la Iglesia […]
Cuando se convirtió Vd en crítico con la Teología de la Liberación
 Clodovis Boff.- Desde el principio he sido claro acerca de la importancia de poner a Cristo como el fundamento de toda teología. En el discurso de la teología de la liberación, sin embargo, advertí que la fe en Cristo solo aparecía en el fondo. Pero pensé con condescendencia que, con el tiempo, esto se arreglaría. No fue así.
Más adelante le preguntan sobre Rahner, el cristianismo anónimo y otras zarandajas rahnerinianas. C. Boff es demoledor:

El ‘cristianismo anónimo’ fue una gran excusa para dejar de lado a Cristo, la oración, los sacramentos y la misión, y dedicarse a la transformación de las estructuras sociales. Con el tiempo he visto que es insostenible por no tener suficientes bases en el Evangelio, en la Tradición y en el Magisterio de la Iglesia.  

En los años 70, el cardenal Eugenio Sales me retiró la licencia para enseñar teología en la Universidad Católica de Río. Sales me explicó con afabilidad «Clodovis, creo que te equivocas. Hacer el bien no es suficiente para ser un cristiano, confesar la de fe es esencial…» Estaba en lo cierto. Vi que con el rahnerismo, la Iglesia se convertía en irrelevante. Y no solo ella, sino Cristo mismo.