Michael Zeromski, hijo, fue un
homosexual que contrajo el virus del Sida y agonizó varios meses
en un hospital.
Su padre, llamado también Michael, hombre devoto y padre de cuatro hijos estuvo asistiendo a las
vigilias de Bayside, NY, durante 17 años. Él supo la condición de su hijo en Septiembre de 1992, pues no supo de él por varios
años.
Estaba profundamente preocupado por la salvación del alma de su hijo y gracias al mensaje de Nuestra Señora de las Rosas, fue ganando lentamente su conversión.
En su día libre, sábado, visitaba
religiosamente a su hijo. En enero, Michael hijo, ya llevaba el
Escapulario Carmelita y el Rosario alrededor del cuello.
Aun así, la búsqueda de la conversión de
Michael hijo fue una batalla mayor y una batalla que sólo se podía ganar con
la oración, la perseverancia y la intercesión milagrosa de Nuestra
Señora, pues Michael se
había enfrentado contra su padre a pesar y a sus admoniciones. Esto se debió en parte a su médico, que detuvo el
progreso espriritual del paciente porque había sido también un activo homosexual y supuso un gran elemento en contra, al interferir en todo este asunto.
Además, los visitantes de Michael eran
homosexuales, los cuales servían para dar mas influencia a sus
convicciones impías pues llegó a maldecir y llamar a Nuestra Señora una
farsa y hasta trató de despedir a su padre del hospital. El mal estaba
persistiendo viciosamente a pesar de la oración porque lo había apresado
a través de relaciones prohibidas.
Sin embargo, las cosas cambiaron en
dirección al Cielo el 27 de Junio de 1993. Atado ahora a un
respirador, incapaz de hablar y con solo 70 libras de peso, su
impotencia y sufrimiento habían ablandado su corazón, asi Nuestra Señora
ahora podía venir dentro de él para la conquista.
Porque según relata su padre, su hijo dirigió ambos brazos hacia él en un gesto de abrazo para
recibir el beso de paz que le había ofrecido todo el tiempo. “El se
estaba acercando de este modo a mí", exclamó Michael padre, como lo
demostró el acto de amor de su hijo . “Fue tan bello” El verdadero amor
y la gracia habían vencido a los demonios del odio y la miseria.
Ahora Michael, se estaba decantando por Dios
y la vida eterna, el destino del Cielo había
tomado supremacía sobre su convicciones inmorales.
Esto sirvió para enfurecer al doctor,
quien en las dos semanas siguientes se puso a trabajarle en un esfuerzo
por romper su buena resolución. Pues le decía, "te has vuelto muy religioso", "estás loco", "te vas a quedar como un vegetal",
"te vas a morir", etc.
Pero Michael hijo le rechazó y reconoció la malicia del doctor. Esto lo puso
por escrito en 27 páginas escritas a mano, dado que no pudo hablar más. También escribió una nota preciosa que decía: “Papá, te amo”.
Además el sábado 17 de Julio, Michael
hijo, reafirmó su fe en
nuestra Señora de las Rosas. Porque a las dos de la tarde, su padre le
dio una hoja de papel en la que había escrito, “Michael, tu crees
con todo tu corazón y tu alma que Nuestra Señora de las Rosas, María
Auxilio de las Madres, puede curarte de tu virus del Sida?”. El
respondió garabateando en el papel, “Sí”, respaldando esto con su firma,
M.Z.
Con este testimonio de fe llegó también a la
renuncia completa a la homosexualidad.
Al día siguiente, el sacerdote lo escuchó en
confesión, le administró el Viático (la Eucaristía dada a una persona
moribunda) y le aplicó la Unción de los Enfermos.
El 18 de Julio de 1993, Michael Zeromski hijo, de 39 años, llevando puestos
el Escapulario y el Rosario entregó su alma a Dios habiendo hecho la
paz con su Hacedor.
Michael padre dijo:
“No hay duda que la conversión de mi hijo se atribuye a la intercesión
de Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de las Madres. Yo fui un
simple instrumento utilizado por Ella para ganar la salvación de mi hijo.
Le estoy eternamente agradecido”.
Más tarde Michael padre, se acercó al director del Santuario de Bayside, Michael
Mangan y le dio el testimonio de su hijo y el papel garabateado a mano en el que decía el “SI” y le pidió que se lo entregara a Verónica Lueken, la vidente de Bayside, la cual lo recibió junto con una nota en la que se le informaba que eso pertenecía a un homosexual arrepentido que murió de Sida.
Después de leerlo, ella quedó muy
impresionada y conmovida y se quedó reflexionando sobre cuál había sido
el destino de su alma cuando de pronto escuchó el eco de una voz que
decía:
“Nuestra Señora vino por él. Gloria a Dios
en lo mas alto.
Contemplad el advenimiento de un pecador.”
Verónica preguntó al Sr. Mangan: "¿qué es advenimiento?” El contestó, "eso significa la venida o
llegada de Nuestro Señor"
Ella le informó que según su entender había sido la voz del
ángel de la guarda.
Por el mensaje de la locución, Verónica
entendió que Nuestra Señora libró a Miguel ese día del Purgatorio y fue
recibido en el Cielo con brazos y corazón abiertos.
Esto demuestra el papel tremendamente
importante que los padres tienen ante Dios sobre la misión de ir
formando el destino de sus hijos. Esto también confirma la verdad del
mensaje de Nuestro Señor en Junio 6 de 1987 para las víctimas del Sida
en el cual dice:
“Los sufrimientos que ellos padecen salvan a muchos del
infierno y les dan la oportunidad de entrar a pagar su pena en el
purgatorio”.
Pero especialmente esto demuestra la gran
clemencia de la Madre de Dios y la poderosa intercesión que Ella tiene para arrebatar del infierno a los
pecadores. El amor de Nuestra Señora por los pecadores es evidente en su
trabajo en Bayside. y a menudo llamará la atención para recordar las
palabras de la Biblia que dice: “Yo vine no por los justos sino por los
pecadores para que se arrepientan” (St. Lucas 5:32). Porque aunque
Nuestra Señora aprecia a sus propios elegidos, Ella siempre tiene una
mirada especial por los pecadores y hará todo lo posible por
arrebatarlos de las garras de satanás y llevarlos a los
pies de su Divino Hijo.
Pero también esto es una lección para todos: No importa
quiénes somos o lo que hayamos hecho, porque no hay pecado que
Dios no perdone si llegamos a El con un corazón sincero y contrito.
Porque Dios es bondad y amor y nos creó por amor.
El 28 de Septiembre de 1979, Nuestro Señor
nos dió estas palabras reconfortantes: “Nosotros no queremos poner temor en vuestro corazón, sino traeros un mensaje de advertencia y consejo. Mi
Madre no os rechazará, aun en vuestro envilecimiento. Yo no os rechazaré,
hijos Míos. El Padre Eterno, en el Espíritu de Luz no os rechazará. Pero
si vosotros rechazáis el Cielo, vosotros seréis los perdedores”.
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