Diputados evangélicos del Congreso brasileño han arremetido
contra la presidenta Rousseff por la difusión de una campaña del
Ministerio de Salud que, bajo el eslogan "Soy feliz siendo prostituta", insta a las mujeres que viven del comercio del sexo a usar preservativos.
La
presión popular contra la campaña, sobre todo por parte de la oposición
y los movimientos cristianos, ha conseguido que el Gobierno retirara el
vídeo de su web.
"Estamos
luchando contra la prostitución infantil y aquí viene una campaña para
animar a ello. [...] ¿Qué es esto? Nadie está feliz de ser explotadas
sexualmente", denunció la diputada Liliam Sá durante la sesión
parlamentaria.
"Lo
que está haciendo el Gobierno es un delito, está tolerando la
prostitución. El Gobierno está patrocinando un crimen para defender esta
conducta", agregó el diputado Marcos Rogeiro.