La estrella del fútbol americano Matt Birk, en su día de gloria deportiva, planta a Obama por
su apoyo a la industria del aborto.
Católico y firme opositor al matrimonio homosexual, no
acudió a la recepción en la Casa Blanca a los ganadores de la Super Bowl.
8 junio 2013
C.L. / ReL
Matt Birk, center de los Baltimore Ravens, ly líder en la lucha por la familia y la vida y contra el matrimonio
homosexual.
La victoria de su equipo este año en la Super Bowl, el gran
torneo del fútbol americano, tenía, como siempre, un corolario emotivo: la
recepción en la Casa Blanca, un encuentro que deja como huella la foto de un
día de gloria que todo deportista coloca en su hogar en lugar preferente.
Pero Birk, con una trayectoria pública marcada por las
convicciones personales y la coherencia, prefirió sacrificar ese momento tan
especial y no estar este miércoles junto a sus compañeros recibiendo los
parabienes de Barack Obama.
¿Dios bendice un matadero de inocentes?
Fue por unas razones que expresó con su contundencia
habitual: "Tengo un gran respeto por la institución de la Presidencia,
pero hace cinco o seis semanas nuestro presidente dijo en un acto: ´Dios
bendiga a Planned Parenthood´. Planned Parenthood realiza aproximadamente
330.000 abortos al año. Yo soy católico, son un activo militante provida y
sentí que no podía pasar por ahí. No podía respaldar eso en cualquier forma que
fuese. Por eso no acudí. La afirmación del presidente es desconcertante. ¿Dios,
bendiciendo un lugar donde se eliminan 330.000 vidas cada año? Preferí no
asistir".
Lo que está bien y lo que está mal, lo que Dios quiere y lo
que no
Además de por su fe, Matt expuso en una ocasión en la Marcha
por la Vida de Maryland que también era provida por ser padre: "Es
increíble el amor que sentí por mi primera hija cuando la sostuve en brazos por
primera vez. Cualquier padre sabe exactamente de qué estoy hablando. En ese
momento comprendes que no hay opción [choice, el mantra de los abortistas para
camuflar el crimen, n.n.]. La vida es un regalo que recibimos. Se supone que
debemos aceptarlo. No es nuestra opción decidir si nuestro hijo vive o
no".
Y también dio cuenta de la razón de su militancia y de su
visibilidad: "Nuestra sociedad y nuestros medios de comunicación parecen
querer marginar a los provida y encima esperan que mantengamos la boca cerrada
y nos larguemos sin hacer ruido. ¡Pues no lo hagamos! No creo que yo sea una
superestrella, pero estoy contento de la plataforma que me ofrece el fútbol, y
feliz de poder usarla para apoyar las causas en las que creo apasionadamente, y
ésta es una de ellas, y que se reduce a lo que está bien y lo que está mal, lo
que Dios quiere y lo que Dios no quiere".