*La Virgen de Fátima y el Islám

La Virgen María en el Islam

María (o Mariam como ellos le llaman) es un punto de encuentro en el diálogo con los musulmanes, ya que ellos honran a María como la madre de Jesús (un gran profeta), reconocen su Inmaculada Concepción, su virginidad antes, durante y después del parto y la veneran con devoción.
 Pero lo más sorprendente es la vinculación que existe entre los musulmanes y la aparición de Fátima, que posiblemente sea la puerta para la conversión.

En siete capítulos (suras) distintos del Corán (el texto sagrado de los mahometanos) se hace alusión a María, así por ejemplo en la capítulo 19, que lleva el título María, queda de manifiesto su virginidad  en la maternidad y en el 66, con el titulo de  prohibición, Mahoma la propone como ejemplo de vida para sus esposas y para todas las mujeres de los creyentes. En el último versículo, el 12 de capítulo 66, el Corán dice: « ¿Queréis que yo os dé un ejemplo de fiel a seguir, válido para todos los creyentes del mundo?». Allí se propone como ejemplo a María. 

Para ellos, Mariam es la Madre virgen e Inmaculada del profeta sublime, Jesús, el más santo de los profetas; para ellos es una “oualiya”, es decir, una santa elevada por el Señor a la más alta santidad, de forma que es la favorecida con la “isma”, es decir, con la plenitud de la perfección, y de esta manera está como superior a todas las mujeres”

QUE DICE EL CORÁN SOBRE MARÍA

El Corán, que es la Biblia de los Musulmanes, contiene muchos pasajes concernientes a La Santísima Virgen. Primero, el Corán cree en Su Inmaculada Concepción, también en su parto virginal. El Tercer capítulo del Corán coloca la historia de la familia de María en una genealogía que se remonta a Abraham, Noé y Adán. Cuando se comparan los relatos del Corán y del evangelio apócrifo sobre el nacimiento de María, somos tentados a creer que Mahoma dependía mucho de este último. Los dos libros describen la avanzada edad y esterilidad de la madre de María. Cuando, a pesar de todo, concibe, la madre de María proclama, según el Corán: “Oh Señor, te ofrezco y consagro a ti lo que ya está en mi. Acéptalo de mí”.
Cuando nace María su madre exclama: “¡y yo te la consagro con toda su descendencia bajo tu protección, Oh Dios, contra Satanás!”.
“Oh Mariam, Dios te ha escogido, te ha hecho pura y te ha elegido antes que a todas las mujeres de todos los mundos”. Un “hadit”, es decir, un texto de la tradición, proclama también que María es Inmaculada: “Todo hijo de Adán, apenas nacido, es tocado por Satanás, con excepción del Hijo de María y de su Madre”

El Corán pasa por alto a José en la vida de María, pero la tradición musulmana conoce su nombre y tiene algo de familiaridad con él. En esta tradición José habla con María, quien es virgen. Al preguntarle como fue que ella concibió a Jesús sin padre, María le contesta: “¿No sabes tú que Dios, cuando creó el trigo no necesitó semilla, y que Dios, por Su poder, hizo crecer los árboles sin ayuda de la lluvia? Todo lo que Dios hizo fue decir “Hágase”, y se hizo”.
En el tercer capítulo, de los versículos 34 en adelante, el Corán habla de la pureza total de maría.

El Corán también contiene versos sobre La Anunciación, la Visitación y el Nacimiento. Contiene pinturas de Ángeles acompañando a La Santa Madre y diciendo: “Oh María, Dios te escogió y purificó, y te eligió sobre todas las mujeres de la tierra”.

En el décimo-noveno capítulo del Corán, existen 41 versos sobre Jesús y María. Hay tal defensa a la virginidad de María aquí, que el Corán, en su cuarto libro, atribuye la condenación de los judíos a la monstruosa calumnia de ellos contra la Virgen María. 
María es el único nombre propio femenino mencionado en el Corán y aparece 34 veces, de las cuales 24 relacionado con  Jesús.
 

INMACULADA CONCEPCIÓN

Según el Corán, la concepción de María fue la más pura y santa “Y cuando los ángeles dijeron; ¡María! Alá te ha  escogido y purificado. Te ha escogido entre las mujeres del universo”.
Cuando la mujer de Imran supo que tendría un hijo hizo un voto a Dios: “Te ofrezco un voto, a Tu exclusivo servicio, lo que hay en mi seno. ¡Acéptamelo! Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe”.
“Y cuando dio  luz una hija dijo: Le he puesto por nombre María y la pongo bajo Tu protección  contra el maldito demonio, y también a su descendencia”.

De ésta forma no le fue posible a Satanás tocarla, un hadith (tradición) atribuido al mismo profeta dice: “Todo hijo de Adán, es tocado por un demonio en el momento mismo de nacer. La criatura así tocada emite un grito. Solamente María y su hijo hicieron excepción de esta regla”.


VIRGINIDAD DE MARÍA

El Corán  nos trasmite detalladamente en dos textos el relato de la Anunciación del ángel a la Virgen María, en los capítulos 3 y 19 y también se extiende en el relato del nacimiento de Cristo en varios versículos de distintos capítulos, encontramos por ejemplo: “Y a la que conservo su virginidad. Infundimos en ella nuestro Espíritu e hicimos de ella y de su hijo signo para todo el mundo”, “Y a María, hija de Imran, que conservo su virginidad y en la que infundimos de nuestro Espíritu…”.

La expresión “ibn Mariam” (hijo de Maria) que aparece varias veces en el Corán, también pone de manifiesto que no nació Jesús con intervención de ningún hombre, ya que existía la costumbre y aun hoy es conservada de emparentar al hijo con el padre y no con la madre. Al establecer esta relación de Jesús con su madre, refuerza la creencia en la virginidad de María. 

 

EL SIGNIFICADO DE FÁTIMA

María es para los musulmanes la verdadera Sayyida o Señora. El único posible serio rival en su credo sería la hija del mismo Mahoma, cuyo nombre es Fátima. 

Esto nos lleva al punto: ¿Por qué la Santa Madre, en el siglo XX, se reveló en la pequeña aldea de Fátima, para que todas las futuras generaciones la conocieran como “Nuestra Señora de Fátima”?. Ya que nada sucede desde el cielo si no es con la mayor fineza de detalle. Creo que la Santísima Virgen escogió ser conocida como “Nuestra Señora de Fátima”, como promesa y signo de esperanza para el pueblo musulmán, y como asegurándoles que ellos, que le manifiestan tanto respeto, un día aceptarán también a su Divino Hijo.

 

La última prueba de la relación de Fátima y los musulmanes es la entusiasta recepción que los musulmanes en África, la India y otros lugares le dieron a la estatua peregrina de Nuestra Señora de Fátima. Los musulmanes asistieron a servicios de la Iglesia en honor a Nuestra Señora y permitieron procesiones religiosas, y hasta oraciones frente a sus Mezquitas. En Mozambique, los musulmanes que no se convirtieron comenzaron a ser cristianos después que la imagen de Nuestra Señora de Fátima fue erigida.

Fuentes: Enciclopedia Mariana Theotocos, www.conocereisdeverdad.org, Arzobispo Fulton J. Sheen, www.corazones.org, Hna. María de Roncesvalles, teóloga musulmana Sherazade Hushmand