*Los peligros de la Angeología y la Meditación

Esta es la típica imagen de un ser humano en meditación, haciendo una forma de pirámide, con los 7 chakras. El último de los chakras, conocido como el chakra Pineal o Sahasrara, está fuera del cuerpo, por encima de la cabeza.

La palabra Meditación viene del latín “meditatio”. En el ámbito de la cultura oriental, el yoga, el hinduismo, budismo, etc.., se refiere a técnicas de recogimiento interior o contemplación.

Los tratados comunes sobre Meditación, recogidos en los manuales y libros actuales, sitios web, etc.., recomiendan 4 claves para tener en cuenta a la hora de practicar la meditación, o meditación transcendental:

1.- Adoptar una actitud en sintonía con la humanidad y el planeta.
2.- Si es posible, meditar en grupo, para crear un ambiente adecuado. 
3.- Hacer un vacío.

Esto de “hacer un vacío” es muy llamativo. ¿Qué es hacer un vacío? Dicen los maestros de estas técnicas que el momento culminante de la meditación se produce cuando alcanzamos el vacío, porque en ese momento entramos en una zona neutra de la conciencia y hacemos contacto con la divinidad desparramada por todo el Universo.

A esto lo llaman también “quedarse en blanco”; dicen los instructores de la meditación que tenemos que “quedarnos en blanco”.  En las técnicas de transcomunicación o contacto con entidades desconocidas, como pueden ser las psicofonías, primeramente tenemos que lograr lo que se llama un “soporte físico”, es decir, un escenario adecuado para propiciar las voces extrañas.

Por ejemplo, encender una radio y situar su dial en un punto en donde no se escuche ninguna emisora, y una vez situado el dial en ese punto vacío se hace la grabación. Suele generar un pequeño ruido como “sssssss”. A esas zonas vacías del dial, o generadas de modo artificial, facilitadoras de la conexión con el “más allá”, el parapsicólogo Konstantin Raudive las llamaba“Ruido Blanco”. El ruido blanco genera un soporte físico, un escenario, un camuflaje ideal, para propiciar precisamente una conexión con los entes.

En la técnica paranormal de las psicoimágenes el ruido blanco o soporte físico se llama “nieve”, y se produce cuando una televisión está encendida pero no tiene puesto un canal concreto, sino que la pantalla aparece blanca y con una sucesión de puntitos…
De igual manera, si nosotros practicamos técnicas para quedarnos en blanco, estamos con ello propiciando una posible conexión con entidades extrañas y peligrosas. Es como si entrásemos en un extraño trance.

Como podemos ver en las ceremonias satánicas y de vudú, en Haití, y en muchas zonas indígenas del planeta, los adeptos, antes de ser poseídos por demonios, primeramente toman unos brebajes alucinógenos y realizan unos bailes rituales para entrar en trance, que es abrir la puerta a los espíritus inicuos.

El estado de trance hipnótico es facilitado por una serie de técnicas complementarias de la meditación como son observar la respiración, visualizar un determinado pensamiento, visualizar una determinada imagen, practicar el uso de los mandalas, e incluso invocaciones.
El Mándala es un término de origen sánscrito, que significa diagramas o representaciones simbólicas bastante complejas, utilizadas tanto en el budismo, el hinduismo y demás filosofías orientales.

Observando esos gráficos mandalas, y los juegos visuales y engañosos que sus elementos nos ofrecen a la vista, de estar en blanco, pasaremos a estar hipnotizados, y a entrar en trance, que es la puerta para la conexión con las entidades extrañas. 

Estamos haciendo más o menos lo mismo que los indígenas animistas que bailan junto al fuego: entrar en trance.
Estos son algunos ejemplos de mandalas. Observándolos mucho tiempo se queda uno alucinado e hipnotizado; las figuras se empiezan a mover, y termina uno por ver de todo…

Esto no es más que una artimaña de demonios. Es como si un cazador emborracha primero a un oso; el animal perderá el control, y entonces lo que ocurre sencillamente es que será más fácil para el cazador pegarle un tiro. Del mismo modo, primero los entes marean a la persona y la dejan descolocada y desprotegida, fuera de sí, y fuera de combate, para después atacarla o poseerla a placer.
Todavía nos falta mencionar la 4ª clave para la técnica de la Meditación, que es la más grave:

4º.- Invocar a los ángeles o seres superiores.
Ahí está ya la culminación de todo: ¡El contacto!… Sólo que quienes van a contactar con nosotros no son ángeles sino entidades extrañas y desconocidas, llegadas expresamente para nosotros desde el abismo de las tinieblas. Con lo cual el peligro para nuestra vida es ya pleno y total. ¡Presa de los demonios depredadores!…

Por cierto que el punto 2, meditar en grupo, es para llevar al mayor número de personas al Botánico, es decir, hacia el huerto del abismo. Y el punto 1, adoptar una actitud humana y planetaria, viniendo del ámbito esotérico y ocultista, no es más que una pamplina falsa.

En la práctica real de la meditación, mucha gente hace, sin ser consciente de su significado, el signo masónico y ocultista del OK, representando el símbolo del 666, porque lo han visto a sus maestros, o en los libros y revistas, etc… 

Quizás ese gesto intenta imitar al antiguo mudra Guyan o mudra de la armonía que existe en las sabidurías orientales, y que consiste en mantener pegados los tres últimos dedos de cada mano, mientras que el pulgar y el índice se juntan por sus yemas. Se supone que ese mudra estimula el conocimiento y la capacidad. Es parecido al signo Ok, que mantiene los tres últimos dedos separados, aunque distinto; si bien ambos reflejan, de algún modo, el 666.

Los peligros de la Angeología
La Angeología, entendida como la invocación a supuestos ángeles, es ya directamente una técnica diabólica de espiritismo ocultista para contactar con entidades extrañas.

Personas que han practicado invocaciones de Angeología, ouija, espiritismo, etc… han abierto una puerta peligrosa y después podrían sufrir extrañas presencias, ruidos, voces, poltergeists, etc…

En la Biblia se prohibe la invocación, oraciones y plegarias a cualquier ser de la Creación, ya sea de naturaleza humana, animal, vegetal, o angelical. Por supuesto, también está rigurosamente prohibida la adoración a muñecos de paja y madera vestidos como santos o vírgenes, además de imágenes, esculturas y cuadros, al estilo católico pero no su veneración (sólo a Dios se adora)

El mismo Jesús lo dijo:
“Escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a El solo servirás”. Lucas cap 4 vers 8.
Los Angeles del Dios Padre Yahweh no son nuestros mayordomos para que vengan a nuestra presencia cuando así lo queramos, o cuando estemos aburridos y queramos entretenernos con algo, sino que solamente están a las órdenes del Padre Supremo de toda la Creación, y sus órdenes obedecen.