ReL 6 junio 2013, J. E Mújica. |
Todo
comenzó fotografiando una estatua de santo Domingo antes de celebrar la
misa en un convento de religiosas dominicas. Le acababan de regalar un
teléfono inteligente y había que empezar a conocer sus bondades. Desde
entonces el día se convierte en oportunidad para captar la belleza que
lo rodea: belleza que luego queda recogida en su cuenta de Instagram (http://instagram.com/frjasonsmith).
Instragram nació como una aplicación para compartir fotografías. Una especie de Twitter pero con fotos. Hoy cuenta con más de 90 millones de usuarios. ¿Y qué hace un sacerdote en Instagram?
«Con buenas fotos puedes comunicar un mensaje de modo diferente que si
lo haces con palabras. Al ser sacerdote tengo la gracia de estar
constantemente rodeado de la belleza de nuestra fe católica», dice el
padre Jasonn, sacerdote de la congregación de los Legionarios de Cristo. Y agrega: «Instagramse
ha convertido en una especie de diario fotográfico público de mis
aventuras sacerdotales. Las fotos hablan por sí mismas. En mi caso,
muestran lo que se siente ser un sacerdote legionario de Cristo».
Y
esa presencia activa como sacerdote ya ha tenido algunas repercusiones:
«Mi historia favorita hasta el momento es de un joven de Nuevo México
que se puso en contacto conmigo a través de Instagram. Quedó
impresionado por la vida equilibrada que vivimos los legionarios y
terminó viajando a Cheshire, Connecticut, para visitar nuestro
noviciado. Hay otras historias de personas que se inspira en una imagen,
y otros reciben un interés renovado en la fe, o los que aprenden acerca
de un evento que estamos organizando. Es una herramienta sencilla que
se hace muy convincente cuando se utiliza de la manera correcta. Casi
todos los días hay un nuevo comentario o historia que me sorprende», nos
dice el padre Jason.
¿Y cuál es el consejo que da respecto a las personas que se conocen por medio de medios comoInstagram y
otras redes sociales? «Creo debemos tratarlos como lo hacemos en todas
nuestras relaciones: con amor e interés genuino. En la participación y
la interacción con los demás la verdad y la belleza del Evangelio
brillan a través de ellos. Es el viejo dicho de Santa Catalina: "Si sois
lo que tenéis que ser, prenderéis fuego al mundo entero».
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