*Más sobre la adolescente y el espíritu de la Ouija

En La Voz 901 leemos que una chica llegó al centro hospitalario profiriendo gritos y palabras difíciles de entender. Tras ser asistida se le dio el alta con el diagnóstico de haber padecido efectos indeseados en momentos que utilizaba la tabla Ouija. Según indicó Teneri, la chica tenía antecedentes, y aseguró que son reiterados los casos de jóvenes de esta edad que padecen este tipo de trastornos. 

La adolescente llegó con una fuerte crisis nerviosa que sus amigos atribuyeron a “un espíritu que se coló en su cuerpo luego de haber jugado a la Ouija”. El cuerpo médico que la atendió en ese centro de salud se refirió a un episodio psicosomático. Según informó el periodista de LT1 Ricardo Cañete, en diálogo con el programa “Radiópolis” que conduce Roberto Caferra por Radio 2, “la muchacha había sido llevada al hospital por sus propios compañeros quienes al llegar a la guardia manifestaron que la joven junto a sus compañeras de curso habrían intentado contactar a seres del más allá”.
La Ouija, también llamada “juego de la copa” o “juego del vaso", consiste en un tablero dotado de letras y números con el que supuestamente se puede entablar contacto con los difuntos. Se coloca una copa o un vaso boca abajo rodeada por las letras del alfabeto y los participantes colocan el dedo índice en la base de la misma.
Comentarios de un sacerdote
En la versión digital del diario argentino Uno Entre Ríos, el P. Adolfo Nicola, párroco en Oro Verde (Entre Ríos, Argentina) y vinculado a la Renovación Carismática, escribió unos comentarios que se han difundido mucho no sólo en Facebook, sino también en varios medios escritos. Según el sacerdote, “estos ‘juegos’ son tomados con liviandad por muchos jóvenes que son atraídos por todo estas propuestas esotéricas y mágicas”.
Nicola aclara que “el mundo espiritual, invisible, existe y es parte de nuestra fe. Para la fe cristiana no existen ‘almas’ que van y vienen entre los mundos o buscando encarnarse o reencarnarse. Para los que basamos la fe en la Biblia (judíos y cristianos), solamente existen espíritus buenos o malos a quienes solemos llamar ángeles y demonios”.
La Biblia, explica también el sacerdote, “prohíbe invocar a los muertos (Deuteronomio 18, 10-12) por eso es un pecado grave cualquier forma de espiritismo. Porque no se invoca a nuestros seres queridos sino que entramos en terreno propiamente satánico. De ahí la gravedad de estos ‘juegos’ de los que habla la nota. En este mundo materialista abundan estas propuestas pseudo-científicas y de tinte espiritual que carecen de inocencia tanto como de compromiso serio con la vida”.