*Satanás no soporta oír Mi Nombre

Estos son Mis tiempos, pero también son los vuestros, os repito, invocadMe en todo momento, que Yo estaré a vuestro lado ayudándoos en éstos tiempos difíciles.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la siempre Virgen María. Sabéis que éstos son Mis tiempos, los tiempos que Nuestro Padre y Nuestro Dios Me ha concedido para uniros en familia, para ayudaros en vuestra purificación, para llevar el rebaño a Mi Hijo, el rebaño que se ha ganado Su Amor.

 
Estos son tiempos de la Gran Lucha entre la Mujer y la serpiente, satanás. Estos son tiempos en que él será vencido por Mi Pequeñez. Estos son tiempos en que será vista la Omnipotencia de Nuestro Dios a través de Su Humilde Esclava. Estos son tiempos en que viviréis el Amor de Nuestro Dios, que Yo os he enseñado y os enseñaré, que he vivido, que he gozado por Mi Hijo, por Mi Esposo, por Mi Padre y Dios.

Son tiempos hermosos, Mis pequeños, difíciles para aquellos que no han sabido aprender la lección, hermosos para aquellos que se han mantenido en Fe a todo lo que se os dio. Os pido, Mis pequeños, que invoquéis Mi Nombre continuamente, porque satanás no soporta escuchar Mi Nombre.

En Mi Pequeñez, en Mi donación, en el cumplimiento de Mi Misión, se Me Santificó y él no puede soportar la Santificación de ésta Humilde Creatura que vencerá su arrogancia, su soberbia, su prepotencia. Es Mi Humildad, Mi Sencillez, el regalo de Mi voluntad a la Voluntad de la Santísima Trinidad, lo que le vencerá. Él, que se cree poderoso, superior a Nuestro Dios, ¡cuánta arrogancia y maldad existe en él!, conoció su error demasiado tarde, por eso os pido, Mis pequeños, que no caigáis en sus juegos satánicos. 

Cuando vosotros os creéis superiores a vuestros hermanos, cuando les menospreciáis, cuando no les ayudáis, cuando no hay Caridad en vuestro corazón para haceros pequeños y ayudar a uno que, quizá sea más pequeño, a vuestros ojos, recordad que, posiblemente sea más grande que vosotros mismos a los Ojos de Nuestro Dios.
Mis pequeños, la Humildad siempre os va a traer grande regalos, pero una Humildad de corazón, una sencillez santa, una vida de donación, viviendo la Voluntad de Nuestro Dios en todo. Esa Soy Yo, Mis pequeños, la Sencilla, la Humilde, la Virtuosa, y por eso Soy la Santa, la Santa Virgen María, que os está ayudando a que alcancéis también vuestra santidad.

Estos son Mis tiempos, pero también son los vuestros, os repito, invocadMe en todo momento, que Yo estaré a vuestro lado ayudándoos en éstos tiempos difíciles a vencer la maldad de satanás y a volveros creaturitas consentidas de Nuestro Dios, como Yo Misma lo Soy.
Gracias, Mis pequeños.

2012 María a Javier Viesca. México