ReL. Sea tendencia o no lo claro es que la poderosa industria abortista no pasa por sus mejores momentos.
El número de abortos desciende en Estados Unidos y el
desenmascaramiento de sus prácticas ha puesto en guardia a muchas
mujeres. El caso del asesino en serie Kermit Gosnell es sólo uno de estos casos.
Según informa Lifenews, en lo que va de 2013 han cerrado en EEUU hasta 24 clínicas y oficinas de Planned Parenthood, organismo que ha recibido públicamente en varias ocasiones el apoyo de Barack Obama.
Esta organización propicia el asesinato de cientos de miles de
bebés cada año pero el cierre de sus clínicas están marcando un récord,
según los datos de la Operación Rescate. En total, se han clausurado 3
clínicas de aborto quirúrgico, otras tres que dispensan píldoras
abortivas y hasta 19 oficinas en las que se trataban los casos de
aborto.
“Las cifras de abortos han disminuido por lo que hay menos demanda de Planned Parenthood.
A esto se unen los recientes escándalos que involucran a Planned
Parenthood y que han dado como resultado un aumento de la desaprobación
del negocio del aborto”, afirma Troy Newman, presidente de Operación
Rescate.
Además, añade que los trabajadores de estos centros presentan “estos cierres como el fin del mundo para las mujeres,
en realidad hay un montón de centros de salud competentes, que no están
en el negocio de hacer abortos y que destacan por ayudar a las
mujeres”.