*No necesito a nadie para el sexo

Catecismos y masturbación


La Iglesia alerta del riesgo de quitarle importancia al autoerotismo. De hecho, muchos jóvenes y adultos están en peligro de aislarse en el consumo de películas eróticas y ofertas en Internet, en lugar de encontrar el amor en una relación personal.
12/09/13 11:30 AM | Imprimir | Enviar

Pedro Trevijano Etcheverria Pedro Trevijano Etcheverria
El texto más importante sobre la masturbación es el nº 2352 del Catecismo de la Iglesia Católica, que dice así:
«Por masturbación se ha de entender la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo. Tanto el Magisterio moral de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado.
El uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine. Así, el goce sexual es buscado aquí al margen de la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero.


Para emitir un juicio justo acerca de la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de angustia u otros factores psíquicos o sociales que pueden atenuar o tal vez reducir al mínimo la culpabilidad moral».
Se puede decir tranquilamente que este texto contiene la doctrina oficial de la Iglesia sobre la masturbación.
Poco tiempo después de la publicación del Catecismo me encontré con uno de los Obispos coautores y le felicité por el Catecismo en general y por este número en particular, porque como le dije: «al fin tenemos un texto que sirve de referencia. Porque en estos últimos años, muchos curas decían que la masturbación era siempre pecado mortal, mientras otros la veían como algo sin importancia y la gente nos decía: Aclararos».

Por su parte, el Catecismo para jóvenes YouCat en su nº 409 dice: «La masturbación es una falta contra el amor, porque convierte el placer sexual en un fin en sí mismo y lo desvincula del desarrollo integral en el amor entre un hombre y una mujer. Por eso ‘el sexo con uno mismo’ es una contradicción en sí misma.

La Iglesia alerta del riesgo de quitarle importancia al autoerotismo. De hecho, muchos jóvenes y adultos están en peligro de aislarse en el consumo de películas eróticas y ofertas en Internet, en lugar de encontrar el amor en una relación personal. La soledad puede llevarles a un callejón sin salida, en el que la masturbación se convierte en una adicción. 

Pero nadie es feliz siguiendo el lema: ‘No necesito a nadie para el sexo, me lo hago a mí mismo, como y cuando lo necesito’».