Confirmados los efectos del matrimonio homosexual: Rusia restringe la adopción en países con este tipo de uniones
Endurece
los requisitos para adoptar y pide comprobar que las familias
adoptantes no sean gays o lesbianas, aunque de igual modo afecta a
monoparentales y heterosexuales. La legalización de las bodas gay en
Francia ha disparado la alarma, pero España es la principal afectada
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De
hecho, de los 5.541 niños que llegaron en adopción a España en 2004 se
ha pasado a los 1.669 de 2012, y la estadística va a ir a menos dado que
los países de origen han puesto en marcha políticas de protección a la
infancia que van a restringir las adopciones mucho más.
Fundamentalmente por la legalización del matrimonio y la adopción
homosexual en ciertos países, sobre todo en el caso de España y, más
recientemente, el de Francia, que ha hecho saltar las alarmas en los
países de origen, y concretamente en Rusia.
Un 90% de rusos, en contra
La
legislación rusa se ha endurecido especialmente en cuanto a las
adopciones y ha cerrado prácticamente las mismas a aquellos países donde
el matrimonio y la adopción homosexual están legalizados, con lo que
las familias heterosexuales se están viendo también afectadas.
Rusia
ha acordado que suspende todas las adopciones solicitadas desde España
mientras no se acuerde un protocolo que establezca la prohibición de que
los niños rusos puedan ser adoptados por parejas homosexuales e incluso
monoparentales, en previsión de que parejas de gays o lesbianas puedan utilizar este recurso.
Además,
incorpora una cláusula que especifica que la inspección rusa no se
limita hasta el momento de conceder la adopción sino que se extiende más
allá en el tiempo para certificar que se cumplan los acuerdos adoptados
según la normativa.
Y es que, tal como explica Antonio Llorente, presidente de la Asociación Nacional
de Acogida Infantil (Andai), una de las entidades autorizadas para
realizar los trámites de adopciones, en Rusia, "el 90% de la población
no ve bien" que los niños vivan hogares formados por parejas
homosexuales "y por eso han hecho una serie de leyes que lo dejan claro y
ponen los límites".
También
constata que, aunque es especialmente España quien está en el punto de
mira por su ley en favor del matrimonio y la adopción gay aprobada en
junio de 2005, las medidas restrictivas se han acelerado tras la
aprobación en Francia de la ley que permite la unión entre personas del
mismo sexo.
128 adopciones paralizadas
Así,
el Tribunal Supremo ruso dictó una recomendación el 29 de agosto de
2013 en la que pide la acreditación de la firma de un convenio
bilateral, que España aún no ha firmado, o que se compruebe que las
familias adoptantes no son gays o lesbianas, incluso en los casos en los
que haya un solo solicitante, como señalábamos más arriba.
Esto
requeriría también por parte de España acelerar el acuerdo de un
certificado, en el que se explica que se permite la figura de la
'recolocación', que consiste en volver a tramitar un segundo proceso
de adopción o acogida de los niños en su día adoptados y que se
hubieran quedado solos por cualquier circunstancia en territorio
español.
Este
certificado podría acelerar las 128 adopciones que actualmente están
paralizadas, de entre el medio millar de procesos iniciados. "En
general, ni en Rusia ni en casi ningún país dejan adoptar a las parejas
homosexuales, otra cosa es que haya habido personas que adopten solos y
lo sean", subraya Llorente, quien insiste en que "sí se han cerrado las
adopciones monoparentales por el riesgo de que algunas de estas personas
solteras" sean gays.
En
cualquier caso, lo que sí es evidente es que la aprobación del
matrimonio homosexual en España, al igual que en otros países que
también lo han legalizado, como la propia Francia o Países Bajos,
Bélgica, Portugal, Noruega, Suecia, Islandia, Dinamarca, Nueva Zelanda,
Canadá, Sudáfrica, Argentina y Uruguay, se enfrentan a un gran problema
para poder llevar a buen término sus solicitudes de adopción.
Al
igual que otros países como Reino Unido, que está en trámites para
legalizarlo, o Brasil y México, con iniciativas similares, y aquellos
estados de Estados Unidos donde está permitido (Massachusetts,
Connecticut, Iowa, Vermont, New Hampshire, Nueva York, Maryland,
Washington y Maine, además del distrito de Columbia, al que pertenece
Washington).
Y
en una situación similar se encuentran países que permiten uniones
civiles de personas del mismo sexo, con derechos similares a los del
matrimonio, aunque sin esa denominación, entre ellos, Alemania, Irlanda,
Israel o la República Checa.