*Si supierais la atención que el Padre pone en vosotros



Yo: "Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo presentes en mí." 

El: "¿Ya lo ves? Aun cuando en una hora no hicieras sino repetir este deseo, no habrías perdido tu tiempo; pues ninguna ple­garia vuestra es nunca desoída

¡Si supierais la atención que el Padre pone a lo que hacen y dicen Sus hijos, muchos de los cuales Le recuer­dan a Su Hijo único cuando pasaba trabajos sobre la Tierra! "En cada uno de ellos está la Santísima Trini­dad: más o menos, según el lugar que cada uno le concede porque, ya lo sabes, Dios no hace fuerza a nadie. 

Pide y espera. Y cuando un alma es fiel, ni siquiera sospecha la alegría -iba a decir, del Cielo- que produce en el Cielo. Re­cuérdalo bien: es mientras vivís sobre la Tierra cuando Yo gozo de vosotros, Mis amados fieles. Porque en la vida del Cielo seréis vosotros los que gozaréis de Mí. "Hijitos Míos: considerad Mi Simplicidad y lo fácil que os resulta agradarme.  

Basta con hacer bien lo que hacéis; hacerlo por Mi Amor, para crecer, para avanzar y para ascender. Tended hacia Mí vuestros débiles brazos: Yo os ayuda­ré; haremos el trabajo entre dos, con participa­ción desigual; pues conviene que sea el Padre el que tome la parte más pesada. Y si el niño man­tiene sus ojos fijos en los ojos de su Padre, la pena del trabajo le parecerá poca cosa. 

"Cuánta fuerza hay para vosotros y cuánta alegría para Mí en una mirada de amor! Todos los que Me aman tienen derecho a verme. Pero aún cuando Me amarais cada día con un amor más heroico, todavía sería poco peso de amor comparado al Amor de Mí que será vuestra herencia para toda la Eternidad. 

"Amadme, pues, continuamente. Decídmelo a menudo y vivid vuestro 'Amor-Yo'. Yo lo toma­ré cada día como nuevo en vuestro corazón, como nuevo también para Mí; pues Yo nunca Me canso de vosotros."

Jesús a Gabrielle Bossis