*Jesús: muchas almas se salvaron por muy poco





Hijos Míos, la misericordia que tenéis hacia las almas que van a morir y el empeño que tenéis en que esas almas se salven, llega a Mi divino Corazón y lo enternece. Yo, Jesús, os hablo.



Todo lo que hagáis por un moribundo en sus últimos momentos de vida, a Mí Me conmueve y, lo bendigo con bendiciones especiales. Pero hijos, insistid en rezadme por ellos, aunque los veáis en disposiciones contrarias a la conversión, Yo sé lo que sucede en el alma y el último instante puede ser en el que se le abran las puertas de la salvación. Yo, Jesús, os hablo.



Sacerdotes, lo que recéis por los moribundos y aunque estos os rechacen sirve para vuestro dosier de méritos, que Yo hijos y siervos Míos no os pido el éxito sino la asistencia y os digo que muchos de vosotros conseguiréis vuestros objetivos aunque no lo lleguéis a saber en esta vida, porque hijos, las almas agonizantes ya están débiles para hablar, débiles para reflexionar, pero aun así Yo les otorgo Mi gracia y Me basta con solo una palabra que demuestre querer volver a Mí. Yo, Jesús, os hablo.



Es muy doloroso ver como un familiar se nos va y no quiere arrepentirse, o al menos eso aparenta, pero vuestro sufrimiento también Me vale, porque Yo lo uno a vuestras oraciones y a las oraciones de la Iglesia por estos casos, y os digo hijos Míos, que muchas, muchas almas se salvaron por muy poco. Yo, Jesús, os hablo.



Luego les espera un largo y doloroso Purgatorio que también con la oraciones de la Iglesia y las vuestras y vuestras penitencias podéis acortar. Y a aquellas almas que luchan por estos enfermos los acompañan, los animan, sufren con ellos, esas almas son siervas Mías y han entendido muy bien Mi mensaje de amor y de misericordia, ellas obtendrán en sus almas lo que quisieron conseguir para las almas que ayudaron. Yo, Jesús, os hablo.



Adelante hijos Míos, haced por ellos lo que quisierais que hicieran por vosotros. Yo Soy el Buen Pastor y amo a Mis ovejas y aquellas ovejas que no quieren nada Conmigo Yo las busco y las persigo hasta el último instante de su vida. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.

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