Mensaje de Jesús a su siervo Gustavo, oct 2012, Buewnos Aires, Argentina
(...)"Mis amadas
almas consagradas, Mis amados Sacerdotes, deseo
hacerles una pregunta.
¿Por qué Me han
colocado en un costado del altar, escondido y
abandonado?
Me colocan en un último
lugar como si fuera un visitante más dentro de Mis
Santuarios. Cada Sagrario donde Me encuentro,
cárcel de amor, puesto a lado, Mis amadas almas no
Me visitan, son pocas las criaturas que
saben a quién buscan, a Jesús Sacramentado. En
cambio, veo que en el altar, a escasos
metros está el asiento de Mi Sacerdote como
eje central.
El hombre no
es el centro de Mi Iglesia, el puesto de
precedencia está reservado para
el Rey de
Reyes y no para el hombre.
El centro y
columna de Mi Iglesia Soy Yo, amadas almas
consagradas, Yo Soy la Iglesia la cual rijo colmada
de dones y gracias.
Si estuviera
ubicado en el Centro de los Santuarios, Mis amadas
almas vendrían confiadas a visitarme, a
abrazarme y recibir Mi Amor sin temor.
Al estar al
costado, la confusión se abate sobre las
ovejas que vienen a buscar a su Señor y hermano, y
¿qué encuentran?, un altar vacío sin poder
dialogar Conmigo.
Más de una
oveja al buscarme y no poder encontrarme da la media
vuelta, se retira
desvalida y
triste para ser presa de los lobos.
Se va apenada
y dolida al no encontrar a su Amado Señor,
su Amado Dios, la poca fe que poseía se desvanece
en un descreimiento y todo aquello que
se relacione con Dios.
El hombre no
es Dios, sólo hay un solo Dios, Único y Verdadero, el hombre no
puede ocupar el lugar de
Dios, el demonio engañó a los primeros padres
haciéndolos creer que eran dioses y hoy
hace lo mismo, llevándolos
directamente a la perdición.
Mi enemigo, a
través de ideas
venenosas contaminó a Mi Clero con pensamientos de
renovación y cambio de Mi
Iglesia, para que Yo no ocupe el centro de Mi s Santuarios.
Pero pronto vendré a recuperar el
lugar perdido y para muchas
almas consagradas será sólo llanto y desesperación.
La masonería, agente infernal, se infiltró en Mi
amada Iglesia para que Mis almas
consagradas fueran desechándome hasta el olvido, colocando
en Mi posición al mismo hombre como
origen de todo lo existente. Pronto, cuando menos lo
esperen, vuestros tronos y falsos dioses
caerán estrepitosamente.
Amadas almas
consagradas, deseo volver a recuperar Mi lugar, apresúrense a
reparar
tal ofensa
antes de que Mi Padre Eterno dé la orden de Justicia.
Por vuestra supuesta libertad y apego a las
cosas del mundo permitieron que fuera humillado y
vituperado repitiendo Mi Santa Pasión,
colocándome a un costado de Mis Santuarios,
la herida de
Mi Corazón es abierta, cuando el
romano Me traspasó con la lanza, veía a Mis sacerdotes
personificados en el soldado romano que
con sus alianzas y pactos con el enemigo, amor a sí
mismos y a los gustos de las riquezas
terrenales Me hieren de muerte hasta el olvido como una
simple leyenda, un simple recuerdo de
un hombre común que con nobleza se entregó por la
humanidad.
Que sólo soy una simple
imitación a seguir y no a vivir en plenitud junto a Mí.
Les hablo con
Misericordia y no con Justicia, porque di Mi Vida
por ustedes por amarlos
infinitamente.
Vuestro Sumo
Sacerdote desea tomarlos de la mano para reparar lo dañando
porque aún queda tiempo, es pequeño,
pero suficiente para girar el rumbo erróneo de la
brújula de vuestras vidas. Espero cada día vuestra
respuesta.
El Señor
espera, no Me
desprecien porque repiten los flagelos de la Pasión.
El Concilio
Vaticano II fue el causante de tantos errores
destructivos que carcomieron
lentamente
los muros de Mi Iglesia, a pesar de
que hubo cambios buenos para el bien de
Mis amadas y
fieles ovejas, fueron muy pocos, la mayoría del
humo infernal se entremezcló con el aire puro
para los pulmones del alma, todo se confundió hasta
el extremo de no saber lo que es de Dios y
lo que es de satanás. Sólo un mínimo de Mis almas
consagradas son capaces de discernir lo
que es de la noche y lo que es de la Luz, pero son
despreciadas por sus hermanos que han hecho
de ellos mismos el dios que buscan.
Deseo que
ningún sacerdote y alma religiosa se pierda en el
infierno, pero lo triste que son
muchas las
almas consagradas que van directamente a las llamas
que nunca se apagan por cerrar las
puertas al Dios de Dios, al cual dieron sus promesas
despreciándolas y para después, abrir las
puertas de sus corazones al príncipe de las tinieblas
y convertirse en sacerdotes de las tinieblas y
dejar en el pasado lo que alguna vez fueron,
Sacerdotes de Jesucristo, el Vencedor.
¿Ustedes,
almas consagradas, también desean herirme?
Cuando
manifieste en el cielo el instrumento
que venció a la muerte, para toda la humanidad será
terrible pero especialmente
para los sacerdotes que Me desecharon
y crearon un
dios acorde a los gustos del
mundo, verán ante sus ojos cuál fue vuestra
participación en la Pasión y al Hijo de Dios
que ustedes mismos mataron y ha resucitado para los
fieles de Dios, cubierto de
Gloria Eterna.
Deseo que
vuelvan pronto y no que se pierdan, deseo amarlos y no
abandonarlos. ¿Escucharán Mis últimos pedidos?
Vuestro
Hermano, Jesús.”