*De todo mal que os suceda, surgirá un bien

Lo que suceda, será para vuestro bien, aunque en el momento no lo veáis así, de ése supuesto mal, o de ése aparente mal que vosotros tengáis, surgirá un bien que luego Me agradeceréis.
 
Hijitos Míos, a lo largo de vuestra vida, todos habéis tenido momentos difíciles, momentos llevaderos que, ciertamente, han sido problemáticos, que han marcado vuestra historia y os han dado el carácter que ahora tenéis. Habéis obtenido de ellos, sabiduría, inteligencia, sabéis ahora cómo manejar muchas situaciones en vuestra vida y, gracias a todos ésos acontecimientos que vosotros, en lo personal, tuvisteis o habéis tenido a lo largo de vuestra vida, el acontecimiento que, dentro de pocos días tendréis, tomadlo así, Mis pequeños, como un acontecimiento más en donde Yo voy a estar también Presente, como he estado a lo largo de vuestra vida, junto a vosotros, ayudándoos a pasar ésos tragos amargos o a compartir vuestros momentos bellos. 


DadMe vuestra confianza, dadMe vuestro amor, que Yo os daré el Mío, porque en todo momento Yo os estoy cuidando. Es Mi Amor el que os está cuidando y ayudando a que podáis sobrellevar éstas situaciones en vuestra vida. Será un momento más, quizá, de los momentos amargos que hayáis tenido alguna vez, pero luego, si los estudiáis, de ahí siempre ha surgido un bien, un bien que habéis tomado para después, en vuestra vida, seguir avanzando en capacidades, en dones, pero sobre todo en Sabiduría.
Lo que Yo vaya a permitir en vuestra vida, en lo personal y a nivel mundial o Universal, será para que sigáis normando vuestra existencia. Será para que vosotros vayáis madurando todavía más en lo que debéis madurar, que es en el servicio a vuestros hermanos y, sobre todo, vuestro amor hacia Mí.

No tenéis por qué asustaros, no tenéis por qué dudar en ningún momento de lo que pueda suceder en vuestra vida. Os vuelvo a repetir, lo que suceda, será para vuestro bien, aunque en el momento no lo veáis así, de ése supuesto mal, o de ése aparente mal que vosotros tengáis, surgirá un bien que luego Me agradeceréis. No dudéis, no temáis, que es Mi Amor el que está junto a vosotros y es Mi amor el que os guía para que lleguéis a ésa santidad que necesito de cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.    

Mensajes a Javier Viesca, México, dic 2012