*Dios Padre habla de la pobreza material y espiritual

Dios Padre a Javier Viesca, México, enero 2014
  Sobre: Debéis vivir bajo la acción de Mi Santo Espíritu, para que todo lo que hagáis se dé en un orden perfecto, no como humanamente os podríais imaginar que se deben de llevar a cabo las cosas.
 
Hijitos Míos, ya he tocado éste tema antes, sobre lo que es la pobreza. Vosotros reconocéis ésta palabra, “pobreza” como algo que necesitáis en lo material, pero la pobreza que realmente existe en vosotros es una pobreza espiritual.

 
Hay muchos que tienen de lo económico, les sobra, pero son grandes pobres ante Mis Ojos. Hay pobres que son pobres en lo económico y también en lo espiritual. Entended que al Reino de los Cielos van a entrar los ricos, pero los ricos en amor, los ricos que han aprendido a vivir según lo que Yo os he enseñado.

En las Escrituras también se os habla de aquellos ricos que se les va a ser difícil entrar al Reino de los Cielos, pero porque son pobres de amor, son pobres en sentimientos, son pobres en la vida de la Gracia, no son almas buenas, no son almas dadivosas, que compartan de lo suyo. ¡Cuánta necedad hay entre vosotros! Creéis que el tener de las cosas del mundo os va a ser mejores que vuestros hermanos, que podréis comprar el Reino de los Cielos y estáis tan equivocados, Mis pequeños.

Hay ricos de cosas materiales y pobres porque no comparten, pero hay otros que son ricos de las cosas del mundo, pero también son ricos en su alma, porque son verdaderos Cristos, que están llenos de Mi Sabiduría y de Mi Amor y saben compartir de lo que gratuitamente recibieron, porque también gratuitamente recibisteis los dones y capacidades para llenaros de las cosas y de los bienes del mundo.

Vosotros no fuisteis creados para llenaros de cosas materiales, lo que vale en vosotros es lo espiritual. Vosotros debéis de vivir de lo espiritual, mas aún, rodeados de lo espiritual. Lo material que tenéis, debe ser tomado solamente como medio para llegar a lo espiritual, porque el Reino de los Cielos es vuestro destino eterno y es espiritual. 

Cuando vosotros vivís en lo material, podéis comprar el Reino de los Cielos con lo material y esto es, haciendo el bien con lo material que recibisteis, pero haciendo el bien sabiamente, porque podéis repartir de lo material y hacerle daño a vuestros hermanos, que en lugar de ayudarles los perjudicaréis, porque también el ser humano es flojo y cae en vicios y, si les dais todo, no les ayudáis en mucho, también tenéis que tener cuidado con esto, Mis pequeños, mucho cuidado.

Repartir de vuestros bienes es bueno y debéis ayudar a los que realmente lo necesiten, como los pequeñitos, las viudas, ancianos, los que realmente necesitan de vosotros,  hasta ayudarles a recuperar un estado de estabilidad, en donde también ellos mismos empiecen a trabajar y a proveerse de lo que necesiten, porque también el trabajo os dignifica.

Cuando os he dicho que os amarais los unos a los otros, os debéis dar a vuestros hermanos, pero ése amor debe ser mutuo. El que da, debe amar al que no tiene, el que recibe debe agradecer y no aprovecharse del que le está dando, porque, entonces, ya no se vuelve virtud, sino se vuelve vicio porque, el que está recibiendo, se está aprovechando del que buenamente da.

Debéis vivir bajo la acción de Mi Santo Espíritu, para que todo lo que hagáis se dé en un orden perfecto, no como humanamente os podríais imaginar que se deben de llevar a cabo las cosas, todo debe ser guiado a través de Mi Santo Espíritu.

Mi Amor debe darse a todos, porque Mi Amor es Mi Esencia y el Universo entero, después de purificado, vivirá eternamente Mi Amor. 

Empezad pues a daros de corazón a vuestros hermanos, y el que recibe que actúe también con amor, para que pueda seguir recibiendo el amor del que más tiene.
Gracias, Mis pequeños.