Mensaje de Dios Padre a Javier Viesca, México, febrero 2014
Hijitos Míos, Yo Soy un Padre Delicado y Respetuoso. Como vais viendo y sintiendo, Yo
llevo los acontecimientos de la Purificación lentamente, para que os
dé tiempo de meditar lo que está sucediendo a vuestro alrededor
y, también, para que tengáis tiempo de meditar vuestro cambio de vida y
que Me dejéis a Mí, vuestro Dios, tomar las riendas de vuestra
existencia.
Mis pequeños, esto es lo mejor que podríais hacer en
éstos tiempos de cambio, invitarMe a tomar las riendas de vuestra
vida, porque los ataques de satanás van a ser tan tremendos, que,
vosotros, ciertamente, sufriréis, pero el cambio que estoy permitiendo,
es paulatino, para que no sintáis el golpe fuerte que aquellos que, a
pesar de que os estoy dando ésta oportunidad de cambiar de vida,
meditando y sin presiones, tendrán.
Sí, Mis pequeños, todavía hay muchos hermanos
vuestros que no creen en todo esto que estoy dando alrededor del Mundo,
de éstos Avisos que os están preparando para el gran cambio. Estas
almas sufrirán mucho porque no se prepararon y, muchas de ellas, no
alcanzarán ni siquiera su salvación eterna por incrédulos y porque se
mantuvieron en el mal, aún a pesar del bien tan grande que Yo os estaba
dando a través de vuestros hermanos alrededor del Mundo.
Mi Amor es inmenso por vosotros, porque os amo
infinitamente, Mis pequeños. Sois parte de Mí. Mientras más pecadores
más consentidos, os busco todavía más que a las almas que ya
encontraron o van encontrando el camino.
Entended, Mis pequeños, que la redención fue para todos, para todos los hombres y para todos los tiempos, pero siempre ha habido éstas almas tercas que no quieren convertirse y, les doy su oportunidad al máximo,
pero si ellas no quieren, Yo no las puedo obligar a su salvación.
Ciertamente, la salvación se tiene que ganar con méritos y si no hacéis
méritos ni pedís ayuda para vuestro cambio, no os puedo obligar.
Derramo Mi Amor sobre todos vosotros, sobre los
vuestros y os he prometido muchas veces Mi Protección, a todos vosotros,
los que estáis buscándoMe, porque Yo premio vuestro esfuerzo y vuestro
deseo de perfección.
Seguid adelante, Mis pequeños, orando fuertemente y
no escatiméis oración por vuestros hermanos, que también necesitan de
un cambio fuerte. Ahora os sentís fuertes, os sentís, quizá, seguros de
vosotros mismos, porque aunque hay faltantes en vuestra vida, todavía
tenéis con qué comer, con qué vivir, tenéis todo, aunque sea en pequeña
escala, pero lo tenéis, porque habrá momentos en el futuro en los
cuales a muchos de vosotros os faltará hasta lo más esencial.
Yo Soy un Dios de riquezas, sí, Mis pequeños, suena
raro decirlo así, pero Yo siempre os he dado en abundancia, tanto de lo
material como de lo espiritual, pero vosotros mismos sois los que
despreciáis lo espiritual y, el momento ya está cerca en el que veréis lo que es el valor espiritual en vuestra existencia.
Cambiad os bendigo y seguid adelante,
Mis pequeños, el momento del gran encuentro está próximo, preparaos,
preparaos.
Gracias, Mis pequeños.