28 abril 13. Ntra Madre Santísima:
No os ocupéis más de las pequeñas cosas
del mundo, que la tormenta se avecina y estáis barriendo la casa que
será arrasada pronto por el ciclón; más bien, colocaos en posición
orante y limpiad vuestras almitas, eso es lo que debéis de hacer.
Dejad ya de acumular que una sola
tormenta, un fuego, un viento fuerte arrasará con vuestras pertenencias
como si fueran un juguete de niños y entonces ¿qué haréis?
Sólo lo que acumuléis en vuestra alma es
tesoro seguro que os llevará al Cielo, son las alas que necesitáis para
llegar hasta el Hogar Celestial. Lo del mundo polvo es, dejadlo ¡ya!
No entristezcáis más Mi Sangrante
Corazón, Niños Míos, que ya no aguantan las lágrimas a tantos de Mis
hijos amados que veo perdidos y cayendo a los abismos. ¡No caigáis más
allí, Pequeños, os lo suplico!, que es un sitio de donde no hay salida y
entonces por más que lloréis y claméis con horror y desesperación no os
podré sacar de ahí una vez que hayáis sido juzgados.
Rompe el Corazón Sacratísimo de Mi Amadísimo Hijo Jesucristo cada vez que oye la frase más terrible que un hombre puede decir: “ME CONDENÉ“,
que esta frase temible, terrible y definitiva no salga nunca de
vuestras boquitas que tanto amo. Que sea una alegre y gozosos abrazo de
Bienvenida porque gritaréis con inefable gozo “ME HE SALVADO, HE ESCOGIDO MI SALVACIÓN“,
quiero oíros decir.
Escogedla desde ahora, que al último momento Satanás se os lanzará a dar el último zarpazo de fiera hambrienta. ¡Hacedlo ahora!, clamad a Vuestra Madre para que esté con vosotros en el trance de vuestro morir al cuerpo; al Amante y Casto San José para que os fortalezca y acompañe en ese trance, pero comenzar a orar por ello ya, y a pedir que en ese trance esté con vuestros familiares y vecinos y amigos, comenzad a pedirlo ¡ya!, Mis Pequeños, no os perdáis más.
Escogedla desde ahora, que al último momento Satanás se os lanzará a dar el último zarpazo de fiera hambrienta. ¡Hacedlo ahora!, clamad a Vuestra Madre para que esté con vosotros en el trance de vuestro morir al cuerpo; al Amante y Casto San José para que os fortalezca y acompañe en ese trance, pero comenzar a orar por ello ya, y a pedir que en ese trance esté con vuestros familiares y vecinos y amigos, comenzad a pedirlo ¡ya!, Mis Pequeños, no os perdáis más.
A María del Getsemaní, México