¿SERÁ VUESTRA VIDA ESE CUADERNO QUE AL LLEGAR A MÍ DEBA ECHAR COMPLETO AL FUEGO PORQUE NO HAY NADA RESCATABLE EN ÉL?
Cariños Míos;
TODO TIENE UN SENTIDO,
UNA RAZÓN Y UN PROPÓSITO, Mis Niños, o todo lo tiene, si creéis en Mí, o
nada lo tiene y no creéis y apostáis por el caos y “la casualidad”
También en vuestro pasado, Mis Niños,
cada evento, cada circunstancia, cada situación que habéis vivido,
padecido, superado o no, tiene Mi Mano Santa en ella. Nada ha ocurrido
“por casualidad” y nada ocurre de tal manera, ¿Lo aceptáis? Si lo podéis
comprender entonces ¿por qué dudáis, Mis Niños?
Vosotros creéis que algo queda a “la
casualidad”. Que Yo, Vuestro Amantísimo Padre Creador; Vuestro
Santísimo inspirador; Vuestro Amantísimo Rey Creador podeMos
encargarNos de ciertas circunstancias y de otras no; que algunas las
descuidamos o que dejamos a algunas ovejas del Señor a la deriva y ¡ no es así! ¡O creéis o no lo hacéis!
Cada evento de vuestro pasado, cada
persona que ha estado y está en vuestras viditas tiene un motivo, una
razón poderosa y fuerte para estar ahí.
¿A caso habréis visto que a veces sale
el sol y a veces no? ¿Que a veces se pone en el horizonte y a veces no?
¿Que la luna es errática y no tiene sus ciclos tan perfectos que podéis
predecir cuándo será luna llena
y cuánto falta para serlo? Si eso es en Mis astros que no son Mis
Hijos, sino Mis hermosas creaciones, ¿cuánto más en, con y para
vosotros?
Vosotros creéis que se Me escapan
eventos, acontecimientos, pero no es así. Un Padre humano desobligado
puede olvidar educar a sus hijos en una circunstancia en particular,
pero no vuestro Padre Eterno, ¿Lo podéis comprender?
Cada hecho de vuestro pasado es un paso
que habéis tenido que ir dando para madurar porque llegasteis a este
mundo como almas pequeñitas que debíais cumplir misión y madurar como el
fruto en el árbol y cuando estéis maduros para habitar en el Reino de los Cielos entonces al buen fruto lo recogeré para la Mansión Celestial.
Pero vosotros evadís vuestra misión,
eludís vuestra responsabilidad y no queréis crecer y os peleáis Conmigo,
Vuestro Amantísimo Padre Creador, Vuestro Amantísimo Inspirador,
Vuestro Amantísimo Rey; ignoráis los consejos de Vuestra Madre
Santísima que no hace más que amaros con paciencia infinita y anhelar
que os dejéis guiar por Ella. ¿Lo podéis ver? ¿Lo podéis comprender, Niños del Cielo?
Cuando vosotros vais contra Mí y hacéis vuestro capricho y voluntad ¿qué ocurre, Mi Niña, entonces?
Lo que me
han llevado a comprender es que aquello de mi pasado que hice por mi
voluntad, por pasión y capricho, terminó siendo una desviación que me ha
costado años de mi vida en distintos momentos y cuando renuncié a ese
pecado, y salí de esa situación es como si regresara al mismo punto de
donde me desvié. Son como años que quedan arrancados del cuaderno de mi
vida, años vacíos de misión y de sentido.
Una vez que lo confesaste, te saliste de esa situación y enmendaste camino.
Sí, Abba.
Y entonces, vuestra vida entera será
como esa hoja que arrancan del cuaderno de vuestra vida y lanzada al
fuego porque de nada sirvió, inútil fue ¿Eso queréis vosotros que leéis?
Afortunadamente
fueron periodos, y no toda mi vida porque ahora la retomas y hasta al
error le das sentido porque con lo que he aprendido tanto de mis errores
como de mis aciertos puedo guiar a otras ovejitas.
¡Eso es lo que vuestro Padre Eterno hace
con vosotros cuando regresáis! Os volvéis maestros unos de otros cuando
con humildad reconocéis que aquello que vivieron fue porque os fuisteis
contra Mi plan para vosotros. Pero si os salís de ahí, confesáis,
enmendáis y cambias de vida Yo Os regreso Al Camino y con esa Verdad y
conciencia podréis guiar a vuestros hermanos. Vosotros que mucho
errasteis -como Mi Amada Pequeñita-, mucho tenéis que enseñaros unos a
otros; pero os deberéis volver a poner como barro suave en Mis Manos para que os vuelva a hacer, ¿lo comprendéis?
¿Creéis que elegí a Mi Pequeñita porque
estaba llena de éxitos? No. Mi Pequeña aprendió del fracaso, no del
éxito; pero una vez que lo reconocéis, el fracaso de vuestro pasado se
vuelve éxito en el presente porque lo acumuláis como experiencia “vivida
y superada”, decís vosotros. ¿Lo comprendéis?
Así que si no estáis en El Camino
regresad y ofrecedMe vuestros errores, pecados y desaciertos que Yo
sabré cómo transfiguraros en algo bueno para fruto del Cielo y para guía
y ejemplo de vuestros propios hermanitos en tierra, pero, Mis Niños, si
os empeñáis y no regresáis ¿será vuestra
vida ese cuaderno que al llegar a Mí deba echar completo al fuego porque
no hay nada rescatable en él? Pensadlo muy bien para que comencéis a
escribir una página buena en vuestras vidas, porque os deberéis acordar
que Mi Hijo Amado TODO OS LO PERDONA si os arrepentís, lo confesáis,
mudáis y os decidís a servirMe. ¿Me podéis comprender?
Mis Ovejitas Amadas,
Debéis poneros en El Camino y manteneros
en él. Os He dado las maneras de regresar a Mí, las tenéis frente a
vosotras, no os enterquéis buscando otros caminos que no sean las rutas
ya trazadas y conocidas por milenios; no os inventéis falsas rutas que
no llegareis a buen puerto.
¡El barco con Mis Ovejas zarpa ya! Así
que no os dilatéis más y los que ya estáis en El Camino no os
arriesguéis fuera de él, que si siempre ha sido difícil regresar a Mí,
¿Cuantísimo más en estos tiempos!
No dejéis de escatimar esfuerzos en
traerMe a una ovejita a Mi Sacratísimo Corazón, a una sola; que una vale
lo que mil reinos y ¿no acaso uno de vuestros hijitos vale más que
todas vuestras casas y hacienda juntas? ¿Por qué no creéis que para Mí
es de igual manera?
Os lo pido, os lo imploro: ¡TraedMe a
Mis Ovejas!, que no las dejéis a merced del Maligno porque ya sabéis el
destino eterno que les tiene preparado si no mudan; y vosotras sois los
que Me las podéis regresar. Ayudadlas en todo, socorredlas en todo; y
sobre todo, no las asustéis con vuestra dureza de corazón y juicio.
Tratadlas con la delicadeza que Mi Santísima Madre María “Reina de los
Ángeles” os trata a vosotros, con esas manos suaves y con la caricia
limpia. Que vuestra palabra sea amorosa y paciente, no las regañéis ni
las adoctrinéis antes de tiempo, solo traedlas…¡Traedlas!, Mis Niños
amados.
Vuestro Santísimo Pastor Jesucristo de Nazaret.