Mensaje al Padre Michelini, sacerdote, Junio 1978
EL DOGMA DE LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS NO BASTA CONOCERLO, SE NECESITA VIVIRLO.
Somos las almas del Purgatorio, escribe, hermano.
Somos nosotras almas Purgantes y esperábamos este encuentro que
indudablemente traerá bien a ti y a nosotras, el amor que une a los
hijos de Dios, estén en el tiempo o fuera del tiempo como estamos
nosotras, es siempre útil y fecundo de bien.
Cuántos tesoros aún por descubrir y valorar
Hermano Don Octavio, hemos hablado de realidades maravillosas, o mejor
estupendas, si tuviéramos otros vocablos más eficaces los usaríamos para
haceros comprender cuántos tesoros hay aún por descubrir y valorar por
parte de muchísimos cristianos que ignoran, que no ven y por lo tanto no
obran, para su perjuicio y en este caso también en daño nuestro; Don
Octavio, no basta el don de la vida, aun la física, intelectual,
espiritual se necesita vivirla, ¿para qué serviría una vida no vivida?
Cuánto bien no hecho, cuánto bien descuidado por la superficialidad de
fe, de esperanza y de caridad, dones maravillosos, pero muchas veces
casi desperdiciados en una tibieza y negligencia incomprensibles
Vosotros deberíais saber muy bien que vuestras posibilidades de bien con
relación a nosotras constituyen una reserva potencial casi inagotable,
cualquier cosa que hagáis bastaría transportarla del plano natural al
plano sobrenatural de la gracia añadiéndole la intención: “por las almas
Santas del Purgatorio”, y si son ya cosas de orden sobrenatural, como
la Santa Misa celebrada o escuchada, basta sólo con añadir la intención
dicha; si salís para un paseo, para una compra o cualquier otra cosa que
hagáis o penséis, hacedlo por amor al Señor y en sufragio de nuestras
almas.
A vosotros, hombres toca dar el “ya”
Tú sabes, hermano, que por parte nuestra la respuesta sería, es
inmediata, para nosotras no podemos hacer “nada”, pero para vosotros
podemos hacer “mucho”, pero sois vos otros, quienes vivís en la fe y en
la prueba, quienes debéis, por así decirlo, dar el “ya” para volver
operante este Dogma de la Comunión de los Santos.
Don Octavio, es cierto que las necesidades materiales y sobre todo
espirituales son para vosotros muchas, pero ¿por qué no tener en cuenta
que también nosotras, Almas Purgantes, podemos ayudaros mucho para
resolver todos vuestros problemas personales y sociales? ¡Si supieras lo
que quiere decir Purgatorio!!! ¡Si lo supieran los cristianos, que tan
rápidamente se olvidan de nosotras, que tan fácilmente se olvidan de sus
promesas, que tan mal viven su fe, que más que en nosotras, piensan en
la podredumbre y cenizas de nuestros cuerpos!!!
Hermano nuestro Don Octavio, cuánto se podría y se debería hacer por
Caridad y por Justicia con respecto a nosotras… intensifiquemos en mucho
nuestra comunión y los benéficos efectos y las bendiciones de Dios
serán abundantes.
A la espera…
Las Almas del Purgatorio