*Maravilloso testimonio de la providencia amorosa de Dios



La Virgen dice: "Oren, oren, oren, hasta que comprendan el amor que Dios tiene por cada uno de ustedes." Esta es la esencia de todo llamado de Dios, Su amor por cada uno de nosotros en lo individual. El quiere que conozcamos la libertad y el gozo de ser -cada uno de manera única- Su hijo o Su hija. Si queremos confiarnos en las manos de Jesús, seremos capaces de responder a Su invitación y nos encontraremos de camino con El hacia una vida mejor - ¡una vida en la tierra que está llena de Cielo!

¡Aferrémonos a la gracia de hoy y abracemos esta Cuaresma con gozosa anticipación! Sor Emmanuel nos envió un maravilloso testimonio de la providencia amorosa de Dios y no puedo evitar compartirlo con ustedes. Nos muestra de manera concreta cómo aquellos que se han desprendido de la riqueza de este mundo son capaces de darlo todo por Dios. Este testimonio es del Padre Jim, un misionero en Rusia y buen amigo de Medjugorje:

"A finales de Noviembre fui confrontado en Moscú por una mujer que conocía a mi comunidad, la cual también está presente en su aldea. Ella me dijo: le suplico que me ayude, ¡necesito dinero!". Yo le pregunté: '¿Cuánto?'

'Mi esposo va a morir si no es sometido a una operación y ésta cuesta $1300. Ya he podido juntar $500, todavía me faltan $800.'

¡Esto me creó un problema! Tenía los $800, pero había planeado usarlos en otros proyectos. Yo conocía al esposo de la mujer: tenía 48 años, un tumor cerebral, varios hijos y un escaso salario de $20 al mes. La mujer había llegado al límite de sus fuerzas, estaba llorando porque el tumor de su esposo ya había tocado un nervio que controla la visión y, por tanto, se estaba quedando ciego. En lo más hondo de mi ser, entendí inmediatamente que era el Señor quien me había enviado a esta mujer y que yo era responsable por la vida de su esposo. Con el corazón un poco atribulado le dije: 'Está bien, voy a ayudarte a salvar a tu esposo. Voy a casa por el dinero.' La rapidez era importante porque los médicos habían dicho que cada día contaba...

En las calles de Moscú le supliqué a la Virgen: '¡Ahora Tú tienes que ayudarme a organizarme! Si le doy los $800, ¿cómo voy a recuperar el dinero que ahorré para el proyecto? ¡De verdad que cuento contigo!' Cuando me llegaba a la casa, de pronto un hombre se me acercó en la puerta; él venía de Italia. Me dio un sobre y me dijo: 'Padre Jim, estoy muy impresionado con todo lo que Ud. ha hecho en Rusia! Aquí tiene un donativo, úselo como mejor le parezca!' Yo le contesté: 'Realmente has sido enviado por el cielo: hace diez minutos, le prometí a una mujer que la ayudaría apagar la operación de su esposo.' Entonces, un poco curioso, abrí el sobre... Había adentro $1000: ¡más de lo que yo había pedido! Este signo me conmovió profundamente, debo decir que no es la primera vez que María me ayuda. Esto me impulsa a dar con generosidad, a darle a Ella más de mí. Algunas veces Ella me da exactamente lo que necesito.

Pude enviar a un sacerdote a bendecir al hombre antes de su operación. Después investigué en la aldea sobre los resultados de la operación. Pero la mujer vino a verme porque el anestesista había demandado un honorario por la anestesia y el cirujano dijo: 'Si quiere que su marido despierte de la operación, necesito más dinero.' Como suele suceder, siempre enfrentamos un poco de corrupción. Entonces entendí por qué la Virgen me había dado $1000 y no sólo $800: Ella había previsto lo de la anestesia y el soborno del médico. Su regalo cubrió incluso la inevitable corrupción."

Este misionero tiene la reputación de alcanzar muchos milagros, pero el milagro más importante es su gran libertad del dinero y su gran corazón que rebosa amor. En 1984 la Virgen pidió a la parroquia de Santiago Apóstol que leyera el pasaje del Evangelio de Mateo 6,24-34 cada jueves en la tarde (junto con el mensaje que Ella daba en aquel entonces los jueves). Quería ayudar a sus hijos para que recuerden que el apego al dinero y a la riqueza material es peligroso. Ella sabe que el materialismo es un gran obstáculo para la fe. El llamado que nos hace es a vivir una vida de confianza en Dios, sabiendo que El proveerá en todas nuestras necesidades. El consumismo y el materialismo son armas poderosas del enemigo para impedirnos escuchar el llamado de Jesús. Como el Padre Jim, en vez de contar el dinero, ¡pongamos nuestra confianza en Dios! 


¡Querida Gospa! ¡Gracias por alertarnos en este tiempo de gracia! Haz que seamos capaces de abrir nuestras almas a su poder de transformación en nuestra oración.

Cathy Nolan (para Sor Emmanuel)