1998 Iglesia de San Rafael. Merrylands,Sidney Australia. A Valentina Papagna.
Nuestro Señor Jesús me habló mientras yo estaba orando y meditando en Su sufrimiento.
Me dijo: "Hija mía, une tu sufrimiento al mío. Sufre conmigo estas últimas horas en la tierra. Ofréceme todas las almas que viven en este planeta tierra. Sumergelas en Mi Misericordia. Condúcelas bajo mi Cruz. Ellas deben ir al pie de la cruz y pedirme perdón de sus pecados. "
(...)
María:
Orad hijos, orad todos los días, orad en grupos, id a Misa, rezad juntos en las Iglesias. Orad por los sacerdotes, que necesitan tanto la oración cotidiana. Unios y orad por el mundo. Animaos unos a otros para ir a Misa. La Misa es lo más poderoso por encima de todo lo demás y es la expiación por el pecado contra de Dios. Por ejemplo, si ofrecéis una Misa por la conversión de una persona, o por otra intención, como una curación, etc, en el momento en que mi hijo está realmente presente en el altar, los pecados se desprenden de esa persona. No conocéis el valor de la Misa. Tratad de convenceos unos a otros para ir a Misa, si es posible, diariamente.
La suciedad tiñe el alma, hasta que no os confesáis la mancha del pecado continúa en el alma"