*Las almas le daban noticias sobre familiares vivos

“María Simma nació en Sonntag. Quiso hacerse religiosa, pero las tres veces que lo intentó, tuvo que salir por falta de salud. Su vida espiritual se caracteriza por un gran amor a la Virgen María y un gran deseo de socorrer a las almas del purgatorio, devoción que le inculcó su madre desde niña. Ella ha consagrado su virginidad a la Virgen y ha hecho voto de ánimas, como alma víctima en favor de las almas del purgatorio. En la parroquia se dedica a dar catecismo a los niños y prepararlos para la primera comunión.

A partir de 1940, se le aparecieron algunas almas para pedirle ayuda. El día de “Todos los santos” de 1953, comenzó también a ofrecer sufrimientos expiatorios por ellas. Tuvo, por ejemplo, que sufrir mucho por un oficial muerto en Kürnten en 1660. Un sacerdote de Colonia, muerto el año 555, le pidió también sufrimientos expiatorios, pues de otro modo, debía sufrir hasta el fin del mundo por sus misas sacrílegas, adulterios, falta de fe y haber participado en martirizar a las compañeras de Santa Úrsula.

También tuvo que sufrir mucho por las prácticas anticoncepcionistas y la impureza de las almas que se le aparecían. Algunas almas le pedían que libremente aceptara sus sufrimientos para su liberación y purificación. Por ejemplo, una tal Berta, francesa, muerta en 1740 dos señoritas de Innsbruck, muertas en un bombardeo; un sacerdote italiano, etc. María siempre ha aceptado generosamente estos sufrimientos que le pedían y nunca los ha rechazado.

En 1954 comenzó un modo nuevo de ayudar a las almas. Un cierto Paul Gisinger de Koblach le pidió que les dijera a sus 7 hijos que dieran en su nombre 100 chelines para las misiones e hicieran celebrar dos misas, porque sólo así podía ser liberado. Después siguieron otras demandas análogas en favor de las misiones y de celebrar misas.
En octubre y noviembre hasta el 8 de diciembre (fiesta de la Inmaculada) de ese año 1954, venían cada noche a pedir oraciones o sufrimientos. Ella, poco a poco, pidió la ayuda de otras personas para poder atender sus peticiones. Cuando se trataba de sacerdotes, las oraciones debían ser hechas por sacerdotes.

Las almas del purgatorio se le aparecen de diversas formas y en diversas maneras. Algunas tocan la puerta, otras aparecen de improviso. Unas se muestran con apariencia humana, como eran cuando vivían su vida mortal, normalmente vestidas como en días de trabajo, no de fiesta. Otras se aparecen bajo formas de animales que dan miedo o en formas difusas. A veces, están envueltas entre llamas, dando un aspecto terrible. Cuanto más purificadas están, más luminosas y afables se presentan. Con frecuencia, cuentan cómo han pecado y cómo se han librado del infierno gracias a la misericordia de Dios. Durante la Cuaresma, se presentan día y noche para pedirle que sufra y ore por ellas. Las que son extranjeras hablan en alemán con acento extranjero. Las almas le dicen que ella es de los nuestros. Cuando ella preguntó qué significaba ser de los “nuestros “, le dijeron que con su voto de ánimas se había entregado a la Madre de la misericordia en favor de ellas. Ella te ha dado a nosotras, le dijeron.

Las noticias, que las almas le dan sobre sus familiares vivos, son siempre exactas. En la avalancha que, en 1954, sepultó mucha gente aquí cerca, las almas le dijeron que había algunos vivos bajo la nieve. Por eso, intensificaron la búsqueda y pudieron encontrar algunos vivos más.
El demonio también se le ha presentado en ocasiones, para desanimarla de su misión. Una vez se le presentó como un ángel de luz; otra, como el sacerdote de la parroquia, Algunas personas se han escandalizado, porque pide a algunos de los familiares limosnas para las misiones o que se hagan celebrar misas por las almas. Pero ella nunca ha aceptado dinero, el dinero debe ser entregado directamente en la parroquia o en la curia episcopal.