*María habla del aborto

TODO MÉTODO ABORTIVO CREADO POR EL HOMBRE ES UNA OFENSA GRAVE A LAS LEYES DE LA CREACIÓN Y AL CÓDIGO DEL AMOR DE DIOS!
JULIO 07 DE 2013 
 
LLAMADO URGENTE DE MARÍA ROSA MÍSTICA A LA HUMANIDAD

Hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con vosotros.
Esta humanidad perversa y pecadora prefiere la muerte a la vida, ¿cuántos de mis niños 
inocentes son asesinados diariamente en los vientres de las madres desalmadas?. ¡Oh madres 
sin conciencia que asesináis en vuestros vientres la esperanza, que rompéis el ciclo de la vida 
que Dios creó; os digo, si no os arrepentís y hacéis reparación, el vientre del averno será
 vuestra morada en la eternidad!.
Todos aquellos legisladores, gobernantes, profesionales de la medicina o personas 
que directa o indirectamente apoyan, inducen o practican métodos abortivos, son igual de 
culpables y si no se arrepienten y hacen reparación, recibirán también su paga en la 
eternidad; ¡allá en las profundidades del abismo será el llanto y el crujir de dientes por toda la 
maldad con que obraron en este mundo!.
Quiero deciros humanidad pecadora: el ciclo de la vida comienza en el mismo momento en que
 el óvulo de la mujer es fecundado; es ahí, cuando el Espíritu Santo, comienza a darle forma a 
un nuevo ser humano; toda interrupción o manipulación del ciclo de la vida va en contra de las
 leyes de Dios que son inmutables, que son rectas, que no pueden ser modificadas por
 las leyes y el razonamiento humano. Toda interrupción que se haga desde el momento de la 
concepción es un crimen a la vida y a las leyes que la rigen; es pecado grave a los 
mandamientos de Dios, cuando dice en su quinto mandamiento: No matarás.

Lo que la humanidad no considera pecado, lo es para Dios, las leyes de los hombres son 
imperfectas, porque no tienen en cuenta los mandamientos de Dios que son las leyes divinas 
que rigen la vida de los hombres. La vida debe ser respetada como don de Dios desde el 
momento en que es concebida. Todo método abortivo creado por el hombre es una ofensa grave
 a las leyes de la creación y al código del amor de Dios. El hombre no puede interrumpir en 
ningún momento el ciclo de la vida, anteponiendo sus leyes a las leyes divinas. ¿Quién os creéis 
que sois hijos del barro, para manipular las leyes de Dios y obrar como si fueses dioses?. 
Vuestra soberbia será vuestro peor castigo y por ella moriréis eternamente.

¡Oh humanidad, tomad conciencia y volved a Dios, no manipuléis la vida obra del Creador para
 que su justicia divina no tenga que castigaros!. ¡Hijas de Jerusalén, cubrid vuestra desnudez, 
dejad de pecar; recapacitad y respetad la vida, obra de Dios!. Es en vuestros vientres donde 
se origina la vida humana, no asesinéis la vida y no hagáis de vuestros vientres sepulcros 
 vivientes. Acordaos: En la eternidad reina la Justicia Divina y será la Justicia de Dios y su
 Tribunal Supremo quien juzgará vuestras acciones en este mundo y si no os arrepentís y r
eparáis, os aseguro que su sentencia será para vosotras: ¡Muerte eterna!. Recapacitad pues
 oh humanidad, guardad los preceptos de Dios para que tengáis mañana vida eterna. 

Vuestra Madre María Rosa Mística.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.

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MARÍA SANTIFICADORA

Bendición de María Santificadora: Cúbrenos
Bendición de María Santificadora:  Ampáranos
Bendición de María Santificadora:  Guíanos
Bendición de María Santificadora: Santifícanos y llévanos a la gloria del Padre. Amén. 
Rezar las 7 Ave Marías en honor a nuestra Madre Santificadora.
 
 
Oh Santo Espíritu de Dios llénanos con tu Santa presencia, inúndanos con tu amor, dadnos tus siete dones según la fe de tu Iglesia; que nosotros también como los discípulos de nuestro amado Jesús, seamos fortalecidos en el cuerpo, alma y espíritu, para que mañana podamos dar testimonio ante las naciones de la presencia de Dios en nosotros. Refleja en nuestro rostro la imagen de Jesús y por la gracia de Dios seamos transformados en nuevas criaturas para glorificar su Santo Nombre. Te amamos y nos sometemos a ti, oh Santo y Divino Espíritu, dadnos la efusión de tu Espíritu Padre Santo para ser verdaderos testigos tuyos y anunciar sin temor tu Santa palabra y el regreso triunfal de tu Hijo. Amén.
 
ARMADURA ESPIRITUAL
EFESIOS CAP 6 (10 AL 18)
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder.  Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos.  Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza.  Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz.  Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno.  Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.  Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animadas por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos.

 
SALMO 91

Tú que habitas al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Omnipotente,
dile al Señor: «Mi amparo, mi refugio,
mi Dios, en quien yo pongo mi confianza».
Él te librará del lazo del cazador
y del azote de la desgracia;
te cubrirá con sus plumas
y hallarás bajo sus alas un refugio.
No temerás los miedos de la noche
ni la flecha disparada de día,
 ni la peste que avanza en las tinieblas,
ni la plaga que azota a pleno sol.
 Aunque caigan mil hombres a tu lado
y diez mil, a tu derecha,
tú estarás fuera de peligro:
su lealtad será tu escudo y armadura.
Basta que mires con tus ojos
y verás cómo se le paga al impío.
Pero tú dices: «Mi amparo es el Señor»,
tú has hecho del Altísimo tu asilo.
 La desgracia no te alcanzará
ni la plaga se acercará a tu tienda:
 pues a los ángeles les ha ordenado
que te escolten en todos tus caminos.
En sus manos te habrán de sostener
para que no tropiece tu pie en alguna piedra;
andarás sobre víboras y leones
y pisarás cachorros y dragones.
«Pues a mí se acogió, lo libraré,
lo protegeré, pues mi Nombre conoció.
Si me invoca, yo le responderé,
y en la angustia estaré junto a él,
lo salvaré, le rendiré honores.
 Alargaré sus días como lo desea
y haré que pueda ver mi salvación


 
PODEROSA ORACIÓN DE PROTECCIÓN, DADA POR EL SEÑOR PARA ESTOS TIEMPOS DE TRIBULACIÓN

(Se hace junto con la Armadura Espiritual EFESIOS 6:10-18 y el Salmo 91 todos los días y no olvidar hacer estas oraciones extensivas a la familia)
“Oh coraza de la sangre del redentor; protégeme en todos mis caminos y batallas espirituales; cubre mis pensamientos, potencias y sentidos con tu coraza protectora; reviste mi cuerpo  con tu poder.  Que los dardos incendiarios del maligno, no me toquen ni en el cuerpo, ni en el alma; que el veneno, ni el hechizo, ni el ocultismo me hagan daño; que ningún espíritu encarnado o  descarnado me perturbe; que Satanás y sus huestes del mal, huyan de mi al ver la coraza de tu sangre protectora. Libérame de todo mal y peligro gloriosa sangre del redentor, para que pueda cumplir la misión que me ha sido encomendada y dar gloria a Dios. Me consagro y te consagro mi familia voluntariamente al poder de tu sangre redentora.
Oh mi buen Jesús, libérame a mí y a mi familia y seres queridos de todo mal y peligro.”
Amén

 
CONSAGRACIÓN A LA SANGRE PRECIOSA DE JESUCRISTO

Consciente de mi nada y de Tu Sublimidad, Misericordioso Salvador, me postro a Tus pies, y Te agradezco por la Gracia que has mostrado hacia mí, ingrata creatura.
Te agradezco especialmente por liberarme, mediante Tu Sangre Preciosa, del poder destructor de Satanás.
En presencia de mi querida Madre María, mi Ángel Custodio, mi Santo patrono, y de toda la corte celestial, me consagro voluntariamente, con corazón sincero, oh queridísimo Jesús, a Tu Preciosa Sangre, por la cual has redimido al mundo del pecado, de la muerte y del infierno.
Te prometo, con la ayuda de Tu gracia y con mi mayor empeño, promover y propagar la devoción a Tu Sangre Preciosa, precio de nuestra redención, a fin de que Tu Sangre adorable sea honrada y glorificada por todos.
De esta manera, deseo reparar por mi deslealtad hacia Tu Preciosa Sangre de Amor, y compensarte por las muchas profanaciones que los hombres cometen en contra del Precioso Precio de su salvación.
¡Oh, si mis propios pecados, mi frialdad, y todos los actos irrespetuosos que he cometido contra Ti, oh Santa y Preciosa Sangre, pudieran ser borrados!
He aquí, querido Jesús, que te ofrezco el amor, el honor y la adoración que tu Santísima Madre, tus fieles discípulos y todos los Santos han ofrecido a Tu Preciosa Sangre. Te pido que olvides mi falta de fe y frialdad del pasado, y que perdones a todos los que te ofenden.
¡Oh Divino Salvador! rocíame a mí y a todos los hombres con Tu Preciosa Sangre, a fin de que te amemos, ¡oh Amor Crucificado, de ahora en adelante con todo nuestro corazón, y que dignamente honremos el Precio de nuestra salvación! Amén

 
ARMADURA ESPIRITUAL

Hacer todos los días al levantarse y al acostarse.
Señor Jesús, Yo ….. (nombre y apellidos) te consagro mi mente con sus potencias, sentidos, pensamientos, memoria, consciente, inconsciente y subconsciente, a tu gloriosa sangre derramada por ti, a mi favor Me sello y protejo con tu sangre redentora de todo falso pensamiento, de toda sugestión negativa, de toda falsa imaginación, de todo temor, de todo engaño.  Que tu sangre redentora, Señor Jesús, me limpie, purifique, descontamine y libere y me conceda la gracia de poder tener dominio propio en mi integridad física, psíquica, biológica y espiritual.  Amén.
Poderosa Sangre de Salvación, combate al enemigo en mi cuerpo, mente, y espíritu (3 veces esta jaculatoria cuando sintáis ataques fuertes del enemigo).

 
OFRECIMIENTO DE VIDA

“Mi amable Jesús, delante de las personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo, y toda la Corte celestial, ofrezco, según las instrucciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz: para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra santa Madre Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del mundo.
Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en el fielmente hasta el fin de mi vida. Amen.”