*Satanás está muy por encima de vosotros

Habla Dios Padre a Javier Viesca, México, abril 2014.

Sobre: Satanás está muy por encima de vosotros, de vuestra inteligencia, de vuestras capacidades y, si no caminamos juntos, como antes os dije, os vencerá, porque él sabe convencer al hombre.

Hijitos Míos, recordad que, aunque aquellos que se han vendido a satanás, que están a vuestro alrededor y hasta gobiernan pueblos de la Tierra, os quitaran todo lo que tenéis y que muchos de vosotros apreciáis demasiado, recordad y estad seguros, que no os van a quitar nunca lo más preciado que tenéis, que es Mi Presencia en vosotros.


Si, realmente, vosotros Me amáis y Me tenéis como lo primero y último en vuestra existencia, Yo Soy vuestro gran tesoro. Se podrán llevar todo lo que tenéis en lo material, pero Yo Soy el Creador de todo y os puedo dar infinitamente más de lo que perderéis, de lo que os quiten, si os mantenéis Conmigo.
No os dejéis engañar por satanás, no importa lo que os quiten, recordad a Job, satanás lo puso a prueba, Yo lo permití, porque Yo confiaba plenamente en Job y quiero confiar plenamente en estos tiempos en cada uno de vosotros. Yo era el gran tesoro de Job, satanás le quitó todo lo que más apreciaba y lo que vosotros también apreciáis, principalmente a vuestros hijos y ¿qué no le restituí después, muchísimo más de lo que él perdió?

Mis pequeños, satanás quiere destruir lo más preciado que tenéis, que es vuestra alma y en vuestra alma estoy Yo. Os quiere quitar vuestra Fe y Yo Soy vuestra Fe. Os quiere quitar vuestro futuro eterno y Yo Soy vuestro futuro eterno. Satanás siempre ha tratado de distraer a la humanidad y hacerle creer que hay cosas que valen muchísimo y que debéis tener y buscar afanosamente y, vosotros caéis en sus engaños. Os ponéis a buscar cosas que, ciertamente, Yo Creé, pero cuando no sabéis guiar vuestra vida correctamente, ponéis todo vuestro empeño en las cosas y no en Mi Presencia en vosotros.

¿Acaso los diamantes, las monedas, las posesiones, os pueden dar buenos consejos para que vosotros podáis llevar una vida santa, una vida bella, una vida llena de amor? Al contrario, el poseerlas y hasta en demasía, os llevan a muchos conflictos, tribulaciones, pleitos y hasta guerras. Os peleáis contra vuestros hermanos, contra los pueblos, contra todo el mundo porque queréis llenaros de cosas que solamente serán lastre al ser juzgados. Que, ¿acaso Mi Hijo se presentó ante el mundo, lleno de vestiduras finísimas, lleno de posesiones humanas, con posición política envidiable o con riquezas que quisierais tener? No. Se presentó en forma sencilla, que ni Lo tomaron en cuenta pero, luego, cuando empezó su Vida Pública, le mostró a aquella gente y, en consecuencia al mundo entero, que lo que llevaba en Sí, era el gran Tesoro, les mostró Su Divinidad, les mostró Mi Presencia en Él. Ese es el gran Tesoro que vosotros debéis perseguir, alcanzar, vivir y cuidar aún perdiendo vuestra vida, como lo han hecho grandes mártires y santos. Ése es el gran tesoro que todavía satanás trata de quitaros en éstos tiempos.

Os llevará a buscar cosas o situaciones que no son buenas para vuestra vida espiritual, aparentemente serán buenas y él siempre presenta su maldad y el pecado en forma agradable, para que vosotros caigáis en la mentira y en el deseo de llenaros de ello, pero os prevengo, Mis pequeños, satanás está muy por encima de vosotros, de vuestra inteligencia, de vuestras capacidades y, si no caminamos juntos, como antes os dije, os vencerá, porque él sabe convencer al hombre, conoce vuestras debilidades.

Si realmente vosotros Me buscáis, Me anheláis, Me respetáis y deseáis vivir Conmigo eternamente, difícilmente os engañará, por eso, no os separéis de Mí, Mis pequeños, en ningún momento y Yo os defenderé, defenderé lo que es Mío, defenderé Mi Presencia en vuestra alma y, así, como vosotros Me escogisteis y luchasteis para que Yo Me mantuviera en vuestro ser, Yo también lucharé para rescataros de las garras de satanás, para que no os venza y para que podáis gozar eternamente Conmigo, en el Reino de los Cielos, cuando vuestra misión sobre la Tierra termine.
Gracias, Mis pequeños.