*Dios Padre: La mayoría sois un desastre

Habla Dios Padre, a Javier Viesca. 2006

Hijitos Míos, Yo, lo que permito en vuestras vidas, os lo voy anunciando con anterioridad, especialmente cuando Me refiero a lo que va a suceder en la Tierra. Tenéis las profecías antiguas, tenéis las profecías dadas por Mi Hijo, tenéis las profecías de los profetas actuales, tenéis las profecías de Mi Hija, la Siempre Virgen María.

Yo voy guiando a los pueblos, Yo os voy protegiendo contra los ataques satánicos, Yo os voy guiando porque un padre siempre quiere lo mejor para los hijos y quiere hijos que estén dispuestos a mejorarse. Quiere hijos con los que pueda él, estar contento por su calidad, enorgullecerse de ellos, consentirlos y sobre todo, mostrarlos a los demás con orgullo de padre.

Una gran mayoría de vosotros, alrededor de la Tierra, estáis en ésos momentos en los que el padre no está orgulloso de los hijos. El hijo se ha ido de la casa paterna y ha hecho su voluntad, sois un desastre, os habéis dado a los vicios, habéis corrompido vuestra alma, os habéis dado a la lujuria, al robo, al asesinato, habéis producido guerras, corrupción, muerte espiritual. Ved las Escrituras, ved la vida actual, es lo mismo, Mis pequeños, ya estaba todo anunciado, es la Parábola del hijo pródigo y se vuelve a repetir y a repetir y a repetir varias veces, caéis en lo mismo. Caéis y caéis, es la naturaleza del hombre, para eso se dieron los Mandamientos, porque vuestra naturaleza tiene que ser frenada de alguna manera, se os dan los Mandamientos para que ellos os recuerden que vuestra naturaleza es frágil y a través de los Mandamientos podéis recordar lo que debéis hacer para no caer.

Tenéis dones y virtudes que debéis pedirMe después de haber hecho ése examen de conciencia con humildad, pero si vosotros mismos no queréis mejoraros, echáis a perder vuestra vida y la de vuestros hermanos. Os he dicho que el mundo está así, porque vosotros habéis echado a perder el regalo que Yo os di. Yo no os di esto que estáis viviendo, Yo Vivo en la Perfección. Yo, cuando doy un regalo, lo doy bellísimo y es el hombre quien echa a perder lo bueno que se le da. No estáis capacitados para mantener lo bueno que se os da, porque no queréis manteneros bajo Mis Leyes.

Es como cuando se os regala un aparato eléctrico y lo ponéis a funcionar sin ver las instrucciones, creéis que le sacaréis el provecho debido y de repente se echa a perder porque no le disteis el uso debido, le echáis la culpa al que lo fabricó, cuando realmente la culpa es vuestra porque no lo cuidasteis.

Así es con vosotros, os he dado un mundo maravilloso, os he dado un alma bellísima, os he dado regalos espirituales que muchos quisieran tener y vosotros los desperdiciáis, porque vosotros mismos sois necios.

Tened eso presente, Mis pequeños, antes de quererMe atacar con vuestras blasfemias echándoMe la culpa de vuestros errores.

Regresad a Mí, os perdonaré y os daré lo que necesitéis para que volváis a la Casa Paterna, pero venid con humildad y con ése deseo ferviente de mejora. Sí, esto os lo he dicho muchas, muchas veces, os lo he dicho a través de los siglos muchas, muchas veces y, ¿qué hace el hombre?, es vuestra necedad que no, no quiere entender con una sola vez lo que debe hacer para encontrarMe y encontrar vuestra santidad.

Entended ya, Mis pequeños, entended ya, estáis en ésta pocilga, en éste mundo que lo habéis llevado a éstos niveles de pocilga, porque vosotros así lo queréis, no porque Yo así lo quiera. Empezad con vosotros mismos, restaurad vuestro ambiente propio, vuestra alma, que vuestros hermanos vean que vosotros mismos ya empezasteis a renovar lo propio para que ellos hagan su parte, dad el ejemplo y con eso moveréis almas.