*Si no Me las pedís, Gracias y Bendiciones no salen del Cielo

Habla Dios Padre, a Javier Viesca, México


Hijitos Míos, los imposibles que se os presentan en vuestra vida no los lograréis resolver vosotros solos, no los logro resolver Yo, los logramos resolver unidos. Vosotros os dais cuenta de lo que necesitan vuestros hermanos o de lo que necesitáis vosotros en lo particular y es a través de vosotros, de vuestra petición, de daros cuenta de que necesitáis resolver ése imposible, que por vuestra necesidad, por vuestro amor y por vuestra humildad al pedírMelo, se logra. Es vuestra Fe, Mis pequeños, es vuestra Fe en Mí, vuestro Dios, que logra resolver ése imposible en vuestra vida ó en la de vuestros hermanos.

Son tantas, tantas las cosas que podéis hacer, tantos Milagros, sí, tantos Milagros los que podéis obtener para vosotros o para vuestros hermanos, que son los imposibles, pero no los aprovecháis por vuestra falta de Fe.

Sí, sois apóstoles de éstos tiempos, os lo he dicho, y como apóstoles de éstos tiempos que estáis viendo por las necesidades de vuestros hermanos, podéis ayudaros y podéis ayudarlos con Mi Gracia, con Mi Amor, con Mi Poder. Es Mi Poder de Amor que recae continuamente hacia el hombre, pero si no Me lo pedís, todas ésas Gracias y Bendiciones se quedan aquí en el Cielo, sin poder salir, porque no Me las pedís, por vuestra falta de Fe, por vuestra falta de oración, por vuestra falta de vida espiritual.

Vivís demasiado para el mundo y muy poco para Mí, solamente venís a Mí en la necesidad, no Me compartís vuestra vida, no Me compartís vuestros momentos agradables, Yo también tengo un corazón, Yo también sé reír, Yo también gozo, Yo quisiera convivir con vosotros enteramente. Quiero estar con vosotros, pertenezco a vuestra familia, Soy vuestro Padre y vuestro Creador, creo tener derecho a ello, Mis pequeños, ¿por qué no Me invitáis a vivir y convivir con vosotros todo el tiempo?, y así estaremos unidos en todo momento, juntos, juntos viendo las necesidades propias y las de vuestros hermanos, en una palabra, componiendo al mundo. Sí, podemos lograrlo, Mis pequeños, vosotros, poniendo vuestro corazón y Yo, poniendo Mi Poder.

Hacedlo, Mis pequeños, hacedlo con Fe y veréis lo que podremos hacer unidos.
Gracias, Mis pequeños.