Satanás ha creado sectas que atacan a María

Habla Dios Padre a Javier Viesca, julio 2014

Sobre: Cuidad el Amor de Mi Hija la Siempre Virgen María en vuestro corazón, respetadla y haced que otros la respeten, pero no obligando, sino haciendo que la amen por el amor que vean que vosotros le tenéis.  

Hijitos Míos, vosotros tenéis en las Sagradas Escrituras cómo se desarrollarán más o menos los acontecimientos de la purificación, pero no quiero que vosotros viváis en el temor, porque, Mis hijos, Mis verdaderos hijos, no deben vivir en el temor, sino en el Amor.

Si vosotros sois representantes del Cielo en la Tierra, porque habéis tomado las Enseñanzas de Mi Hijo como forma de vida para vosotros aquí en la Tierra, debéis ser ejemplo de paz, de amor, de una armonía interna, porque estáis dejando que Mi Hijo viva en vosotros.

Os he dicho que en el Amor no debe haber temor, ciertamente, vuestra naturaleza humana, se atemoriza y duda ante los acontecimientos que no conoce o ante todo aquello que se sale de vuestras capacidades, pero dejadMe a Mí todo eso en Mis Manos, así como Mi Hijo Me dejó llevar  Su Vida. Él respetó Mi Voluntad en Él y ésa es vuestra posición ahora, Mis pequeños, si vais a ser otros Cristos, que es una Gracia muy grande, que estoy concediendo a muy pocas almas, como vosotros, entonces os debéis dejar mover por Mi, por Mi Voluntad y Mi Voluntad es Perfección, Mis pequeños.

Estos son Mis tiempos, tiempos de cambio, tiempos de conversión, tiempos de salvación, tiempos de Justicia. Mi Hija, la Siempre Virgen María, tomará de Mi Poder para vencer a satanás, será vencido por una Creatura, pero ¡qué Creatura tan excelsa!, por eso, hoy la ataca tanto y satanás se ha encargado de que en sectas o grupos no la tomen en cuenta, la ataquen y hasta la blasfemen.

Mis pequeños, cuidad el Amor de Mi Hija la Siempre Virgen María en vuestro corazón, respetadla y haced que otros la respeten, pero no obligando, sino haciendo que la amen por el amor que vean que vosotros le tenéis. El amor vivido, mueve corazones.

Ciertamente, cuando vosotros habláis de Mí, podréis mover corazones, pero por eso os mandé a Mi Hijo, para que vierais cómo Él Vivía lo que ya estaba profetizado y lo que es Él en el Cielo, en la Tierra, en lo visible y en lo invisible. Un Dios entre vosotros dándoos una lección vivida de Mi Amor.

Esa es vuestra posición ahora, Mis pequeños y os estoy dando ésta Gracia especial de ser otros Cristos en éstos momentos. Quizá, en éste momento, no os dais cuenta de lo grande de la misión que os estoy encomendado de ser otros Cristos. Ciertamente no seréis otros dioses, pero estaréis transmitiendo lo que todo un Dios dio a los hombres.

No os separéis de Mí en ningún momento, Mis pequeños, mientras más cerca estéis de Mí, más Me manifestaré a los hombres a través de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.