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El sobrepeso no siempre está ligado a la gula, ni tampoco uno tiene que ser muy obeso para ser culpable de este pecado capital. Santo Tomás de Aquino (él tenía sobrepeso) define cinco formas de la gula: 1. comer alimentos que son demasiado lujosos, exóticos, o costosos 2. comer alimentos en excesiva cantidad 3. comida elaborada con demasiada delicadeza o preparación 4. comer antes de la hora o en un momento inapropiado 5. comer con demasiado entusiasmo.
La gula incluye cualquier forma de adicción. El abuso de drogas, cafeína o azúcar y el alcoholismo son formas de la gula, pero también lo es cualquier excesivo apego a la comida y la bebida. Del mismo modo CS Lewis señala que ser demasiado exigente con la comida y la bebida también puede ser una forma de glotonería. Una persona que insiste que su filete de carne esté en su punto y luego se queja y lo rechaza también está poniendo demasiada atención y egoístamente en los alimentos.
Pensamos en la gula como algo socialmente poco atractivo, pero una persona sofisticada comiendo "delicadamente" en un restaurante exclusivo puede muy bien ser culpable de gula porque le gusta demasiado lo que come y bebe. De hecho, un experto en cocina puede ser un glotón muy refinado.
El sobrepeso no siempre está ligado a la gula, ni tampoco uno tiene que ser muy obeso para ser culpable de este pecado capital. Santo Tomás de Aquino (él tenía sobrepeso) define cinco formas de la gula: 1. comer alimentos que son demasiado lujosos, exóticos, o costosos 2. comer alimentos en excesiva cantidad 3. comida elaborada con demasiada delicadeza o preparación 4. comer antes de la hora o en un momento inapropiado 5. comer con demasiado entusiasmo.
La gula incluye cualquier forma de adicción. El abuso de drogas, cafeína o azúcar y el alcoholismo son formas de la gula, pero también lo es cualquier excesivo apego a la comida y la bebida. Del mismo modo CS Lewis señala que ser demasiado exigente con la comida y la bebida también puede ser una forma de glotonería. Una persona que insiste que su filete de carne esté en su punto y luego se queja y lo rechaza también está poniendo demasiada atención y egoístamente en los alimentos.
Pensamos en la gula como algo socialmente poco atractivo, pero una persona sofisticada comiendo "delicadamente" en un restaurante exclusivo puede muy bien ser culpable de gula porque le gusta demasiado lo que come y bebe. De hecho, un experto en cocina puede ser un glotón muy refinado.