El cardenal Burke ha sido depuesto de la Signatura
Apostólica para ocupar un cargo muy inferior, ¿después? de haber afirmado que
el Papa “está perjudicando a la Iglesia”, que ha "hecho mucho daño"
por no fijar "abiertamente cuál es su posición" y que parece que el
Sínodo ha sido preparado para "debilitar las enseñanzas y la praxis de la
Iglesia" con su bendición”. Y añade: “El Papa no es libre de cambiar las
enseñanzas de la Iglesia con respecto a la inmoralidad de los actos
homosexuales, ni la indisolubilidad del matrimonio, ni cualquier otra doctrina
de la fe".... “Si Francisco ha seleccionado a ciertos cardenales para
obligar al Sínodo a hacer suyo sus puntos de vista sobre divorcio y
homosexualidad, dijo, entonces no estaría cumpliendo su deber como Jefe de la
Iglesia Católica”. (Entrevista a BuzzFeedNews)
Por su parte, el Cardenal Pell afirmó: “Con respecto a la
Relatio post diseptationem emitida, es tendenciosa, sesgada y no representa con precisión el parecer de
los padres sinodales”
He aquí un párrafo elocuente del texto emitido por la
Asamblea Extraordinaria (18 de octubre): ''Los P. Sinodales, reunidos en Roma
junto al Papa Francisco en la A. Ex. del Sínodo de los Obispos, nos dirigimos a
todas las familias. (…) hemos reflexionado sobre el acompañamiento pastoral y
sobre el acceso a los sacramentos de los divorciados en nueva unión”.
En el Evangelio, Jesús define como adulterio el repudiar al
cónyuge y contraer nuevas nupcias. Es un pecado grave contra el 6º Mandamiento
que ningún jerarca de la Iglesia puede excluir sin caer en herejía. Además
empuja a la recepción sacrílega de la Eucaristía.
Quizá se produzca una rectificación, o tal vez un cisma,
pero lo que es seguro es que habrá gran confusión y perjuicio de las
conciencias.
Eva N Ferraz
Eva N Ferraz