¿Qué es exactamente el purgatorio?

María SImma entrevistada por Nicky Eltz


—El purgatorio es un lugar y un estado que toda alma experimenta cuando todavía necesita expiar y reparar los pecados cometidos a lo largo de su vida antes de poder reunirse con Jesús en el Cielo. Hoy en día se enseña muy poco acerca del purgatorio y esto lleva a alimentar la curiosidad de muchos que, por su cuenta y sin ninguna guía espiritual, caen fácilmente en el ocultismo. Suele decirse que el purgatorio es solamente un estado. Pero esto es solo parcialmente cierto, puesto que ciertamente también es un lugar. Es también un tiempo de espera en donde las almas ansían llegar a Dios. Este deseo de llegar a Él es su mayor sufrimiento. Todas las benditas ánimas lo experimentan,
sin importar en el nivel en que se encuentren.

Existen tres niveles principales en el purgatorio y yo me comunico con las almas que necesitan relativamente poco para llegar al Cielo. Creo que esto es así por dos razones.
La primera se debe a algo de lo que me di cuenta cuando me invitaron a una casa; su dueño acababa de perder a su mujer recientemente y sucedían cosas extrañas por la noche. Accedí a pasar una noche para ver si podía ayudar. No pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a escucharse fuertes golpes en el vestíbulo. Entonces, como hago habitualmente, pregunté: "¿Qué puedo hacer por ti?". Los ruidos se hicieron más y más fuertes hasta que repentinamente apareció un animal inmenso que no había visto nunca antes y justo detrás vino una gran serpiente, que rápidamente devoró al primer animal. Luego toda la escena desapareció. Me debí asustar porque estaba sudando.

Tiempo más tarde le describí lo que había ocurrido a una persona que sabe mucho de estos sucesos y él consiguió identificar al primer animal; se trataba de un hipopótamo, que simboliza un corazón duro. Esto no significa que la mujer se encontrara en el purgatorio en forma de hipopótamo; tan solo fue la manera de que yo lo comprendiera todo con más claridad. Tras haber hablado largo y tendido on el viudo, pronto supe que su mujer le había guardado rencor a otra mujer durante más de treinta años, a pesar de que la otra mujer había querido la paz entre ellas. Al negarse a perdonarla le mereció el estado más profundo del purgatorio, de donde yo no podía ayudarla a salir aún.

La segunda razón, creo, por la que generalmente me comunico con las almas del nivel más alto del purgatorio tiene que ver con un diario escrito por una princesa alemana en los años veinte.
Durante muchos años se comunicó con las almas de los niveles más profundos y muchas de esas descripciones son ciertamente monstruosas y mucho más dolorosas que las que yo he visto
.
—¿Hay otras diferencias entre los niveles más altos y los más profundos del purgatorio?
—Satanás puede atacar a las almas del nivel más profundo, pero no puede hacerlo a los que se encuentran en los niveles más altos. Es cierto que se nos pone a prueba mientras estamos aquí en la tierra y que eso cesa al morir. Sin embargo, las almas del tercer nivel, el más profundo del purgatorio, deben sufrir en primer lugar por los pecados que cometieron antes de que las oraciones, las misas y las buenas obras que podamos ofrecer por ellas puedan serles beneficiosas. Y una parte de ese sufrimiento es que continúan siendo atacadas por Satanás.

Los diversos niveles del purgatorio son diferentes de la misma manera que todas nuestras
dolencias en la tierra son diferentes. Puede tratarse de la mera inflamación de una uña o hasta de un fuego que puede consumir la totalidad del cuerpo. Este fuego existe solamente en los niveles profundos pero no en los más altos.

—¿Pueden nuestras oraciones evitar que Satanás ataque a las almas de los niveles más
profundos?
—Sí, pueden; especialmente cuando se lo pedimos directamente al Arcángel san Miguel y a los otros ángeles.

—Y dentro de estos tres niveles principales, ¿existen más niveles?

—Sí, una gran cantidad, porque cada alma es distinta al llegar allí. Existen grandes sufrimientos y otros dolores pequeños, y entre esos dos extremos, el resto de padecimientos. Probablemente existan en el purgatorio tantos niveles como almas, puesto que, por supuesto, no hay dos personas o dos almas que sean idénticas.

—Cuando las benditas ánimas del purgatorio sufren, ¿experimentan algún tipo de alegría
y de esperanza?

—Sí. Ningún alma desea regresar aquí a la tierra porque tienen una noción de Dios mucho más clara que la nuestra. No quieren volver a lo oscuridad en la que vivimos nosotros.
—Entonces, ¿Dios pone a las almas allí para que se purifiquen de los pecados que todavía
no han sido expiados o reparados?

—No, se suele enseñar esto de manera incorrecta y este tipo de falsedades puede hacer que muchas personas se alejen de Dios. ¡Dios no las pone allí! Las almas se juzgan y luego se asignan ellas mismas el nivel apropiado. Son ellas quienes desean purificarse antes de reunirse con Dios. Es muy importante para nosotros tomar conciencia de esta verdad tan concreta sobre el amor de Dios.

—Entonces, ¿somos nosotros quienes reconocemos que todavía no estamos puros y
debemos por lo tanto purificarnos en el purgatorio?

—Sí, así es.