Conmemorando a Lutero y ¿celebrando un pecado?




18/12/2014 El Santo Padre manifestó su complacencia porque la Comisión de diálogo bilateral entre la Conferencia Episcopal Alemana y la Iglesia Evangélica Luterana de Alemania están a punto de terminar un trabajo dedicado a "Dios y la dignidad del hombre." 
''El diálogo ecuménico ya no puede separarse hoy de la realidad y de la vida de nuestras iglesias. En 2017 los cristianos luteranos y católicos conmemorarán conjuntamente el quinto centenario de la Reforma. En esa ocasión ambos tendrán, por primera vez, la oportunidad de compartir la misma conmemoración ecuménica en todo el mundo, no como una celebración triunfalista, sino como una profesión de nuestra fe común en el Dios uno y trino. El fulcro de este evento serán, por tanto, la oración en común y la petición de perdón al Señor Jesucristo por las culpas recíprocas, junto con la alegría de compartir y recorrer juntos un camino ecuménico. De este hecho es muestra significativa el documento elaborado por la Comisión luterano-católica para la Unidad y publicado el año pasado "Del conflicto a la comunión. La conmemoración conjunta luterano-católico de la Reforma en 2017 ". ¡Que esta conmemoración -finalizó el Papa- nos lleve a todos a dar, con la ayuda de Dios y el apoyo de su Espíritu, nuevos pasos hacia la unidad y a no limitarnos sólo a lo que ya hemos logrado!''.
Fuente: Vatican VIS, 18 de diciembre de 2014

La definición que un Papa santo, Pío X, hizo sobre la Reforma en su Catecismo:


129. El Protestantismo o religión reformada, como orgullosamente la llaman sus fundadores, es el compendio de todas las herejías que hubo antes de él, que ha habido después y que pueden aún nacer pira ruina de las almas.


132. El Concilio que condenó el protestantismo fue el Sacrosanto Concilio de Trento, denominado así por la ciudad donde se celebró.


133. Herido con esta condenación, el protestantismo vio desenvolverse los gérmenes de disolución que llevaba en su viciado organismo: las discusiones lo desgarraron, multiplicáronse las sectas, que, dividiéndose y subdividiéndose, lo redujeron a menudos fragmentos. Al presente, el nombre de protestantismo no significa ya una creencia uniforme y extendida, sino que encierra un amontonamiento, el más monstruoso, de errores privados e individuales, recoge todas las herejías y representa todas las, formas de rebelión contra la santa Iglesia católica.


134. Con todo, el espíritu protestante, que es espíritu de desaforada libertad y de oposición a toda autoridad, no dejó de difundirse, y se alzaron muchos hombres que, hinchados con una ciencia vana y orgullosa o enseñoreados de la ambición y del interés, no dudaron en forjar o dar aliento a teorías trastornadoras de la fe, de la moral y de toda autoridad divina y humana.

Cardenal Koch sobre el V Centenario de la Reforma: «no podemos celebrar un pecado»


Cardenal Kurt Koch Foto: Sabine Wunderlin. Página del Obispado de Münster
Se acerca 2017, las confesiones surgidas de la autodenominada Reforma quieren celebrar su Quinto Centenario. ... los primeros días de noviembre del año 1517 marcaron la historia de la humanidad. La marcaron con heridas.
La Iglesia ha sido invitada a los actos. En este contexto me he sorprendido gratamente por las declaraciones del Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos en la web de la diócesis de Münster. El Cardenal Koch fue extraordinariamente claro: «no podemos celebrar un pecado». Así, sin anestesia. «Los acontecimientos que dividen a la Iglesia no pueden ser llamados un día de fiesta», a todo lo que accedió el cardenal es a clasificar la efeméride como un día que hay que recordar, pero no celebrar.
No fueron unas declaraciones imprudentes, reconoció que será tachado de «anti-ecuménico», que para ser el encargado de la cosa no está mal, ¿no? Le gustaría asistir en su lugar a una reunión en la que las confesiones reformadas, siguiendo el ejemplo de Juan Pablo II en 2000, pidieran disculpas y reconociesen sus errores, al mismo tiempo que como el Papa Beato condenasen el cisma en la cristiandad.

La Comisionada (embajadora, comisaria, delegada o lo que sea) del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD) para el Jubileo de 2017, Margot Kässmann,reaccionó visceralmente a las palabras de Mons. Koch:
La Reforma Protestante no es nuestro pecado, sino una reforma de la Iglesia urgente y necesaria desde el punto de vista bíblico, en la que abogamos por la libertad evangélica; no tenemos que confesarnos culpables de nada.
¿Para qué quieren entonces que participe la Iglesia? Quizá lo más raro de todo esto es que para las declaraciones del Cardenal Koch sean consideradas extraordinarias