María: Estoy en cada rincón de vuestra casa


Mayo 20/08 a Agustín del Divino Corazón

María Santísima dice:
Estáis cosechando virtudes, hijitos míos y os llamo hogar de
Nazaret porque estáis haciendo de vuestro hogar, escuela de
oración; os digo escuela de oración porque el cielo esta de
fiesta. Esta de fiesta porque estáis instruyendo a vuestros
hijos, pequeños míos, en el amor y en el temor de Dios. En
vuestro hogar de Nazaret, los Santos Ángeles de la guarda os
protege. En vuestro hogar de Nazaret, los Santos Ángeles de la guarda
os asiste.

En vuestro hogar de Nazaret, el Espíritu Santo penetra en
vuestro corazón para que toméis decisiones de acuerdo a la
Divina Voluntad de Dios.

Mirad, pequeñitos míos, que yo estoy en cada sitio, en cada
rincón de vuestra casa. Yo os protejo, yo os asisto, yo os
cubro con mi manto celestial a cada uno de vosotros.

San José intercede por vosotros ante el cielo
para que viváis en la fidelidad, para que viváis en la castidad
matrimonial. Digo castidad en el matrimonio, es porque
debéis ser el uno para el otro única y exclusivamente.
Sois purificados, sois liberados de vuestro pasado. El cielo os
regala una nueva oportunidad, nueva oportunidad para que
viváis el uno para el otro.

Os lo recuerdo, mis pequeños amados, vuestro hogar es
semillero de vocaciones; os digo de vocaciones porque estáis
cultivando almas para Dios, estáis cultivando hijos amados
para mi Hijo Jesús, futuros obreros de la viña del Señor.
Cada vez, mi pequeña, que miras mi imagen yo me sonrío y
beso tu corazón.

Cada vez, pequeña mía, que acaricias mi imagen yo te lo
retribuyo en bendiciones y acaricio la profundidad de tu
corazón y de tu espíritu.

La Sagrada Familia os asiste. La Sagrada Familia os bendice.
Yo te protejo a ti, mi pequeño; yo te cubro con mi manto
celestial, yo te prevengo de caídas, te prevengo de
tentaciones. Aferrad vuestra vida a mí.

Mirad que mi Corazón Inmaculado es vaso de pureza.
Mi Corazón Inmaculado es vaso de santidad. Mi Corazón Inmaculado es vaso espiritual.
Bebed de él y no tropezaréis, no caeréis.
Vuelvo y te lo digo: cuido de ti, te asisto, te protejo de las
insidias y hostigamiento del mal.

A vosotros dos, os daré dones, carismas para que edifiquéis
mi Iglesia, Iglesia en ruinas, Iglesia demolida, Iglesia
deteriorada.

En vuestro Rosario, yo hago presencia; no me veis pero ahí
estoy. Llegará el momento en que os regalaré mi aroma, olor
a rosas y ahí estoy; pero ya hay momentos en que ya me
habéis percibido, porque os he permitido oler de mí, oler del
olor de santidad, oler del olor de la Divina Voluntad. Enviad
siempre vuestros Ángeles de la guarda a la protección de
vuestros hijos. No os preocupéis que yo siempre cuidaré de
mis pequeños.

No os preocupéis que yo siempre estaré con mi mirada atenta
para cuidarlos para protegerlos.
En el tiempo de Dios, mi Hijo Jesús os premiará con una
propiedad, propiedad que será vuestro hogar de Nazaret,
hogar de Nazaret que será escuela de oración, encuentro de
oración.

Bendiciones caen sobre vosotros, almas generosas, almas
amadas de mi Inmaculado Corazón.

Vuestras oraciones empiezan a tomar eco en el cielo.
Esta es casa de oración, este es santuario del Dios Santísimo.
Acá, hay presencia de Ángeles, presencia de seres celestiales.
Orad por mi pequeña alma víctima reparadora, asistidla, no
me la dejéis sola, yo la cuido pero necesita de instrumentos,
de intermediarios humanos. Os la pongo como ejemplo de
Divina Voluntad.

En ti, pequeña mía, mi Hijo se glorifica.
En ti, pequeña mía, mi Hijo descansa. En ti, pequeña mía, muchas almas son salvadas.

A vosotros mis niños, mis pequeños os hablo: sed obedientes
a vuestros padres. La obediencia os da sabiduría. La
obediencia os hace hijos amados de Dios. Sed obedientes a
vuestros padres. No mintáis, la mentira no proviene de Dios,
proviene del espíritu del mal.
Sed cuidadosos con vuestras amistades.
Hay amistades que os sacan del camino de Dios.