Casi se condena por pintar una pintura erótica

Se trata de estas pinturas malas, que so pretexto de arte, se encuentra algunas veces en casa de los mejores cristianos, y cuya vista causó la pérdida de tantas almas. Un pintor de gran talento, de una vida ejemplar por otra parte, había cedido sobre este punto al mal ejemplo, aunque más tarde había renunciado seguir haciéndolas y pintaba cuadros al menos dignos. Su último obra fue un gran cuadro para un convento de Carmelitas Descalzos, pero al terminar padeció una enfermedad mortal, y pidió al padre Prior el favor de ser enterrado en la iglesia del monasterio, legando su obra a los monjes para pagar misas cuando falleciera. Hacía algunos días había muerto en la paz del Señor cuando un monje que se había quedado en el coro después de maitines, le vio parecer muy afligido, y resistiendo en medio de las llamas: "

 ¡ Eh qué! ¿ Son castigados así por haber vivido con fama de virtuoso? " 

- " Cuando he exhalado el último suspiro, respondió el paciente, fui presentado al tribunal del Juez, y en seguida vi depositar contra mí a varias personas que habían sido excitadas malos pensamientos y malos deseos, por una pintura inmodesta que hice en otro tiempo. A causa de esas faltas fueron condenadas al Purgatorio, pero lo peor es que vi otros salidos  del infierno declaraban que, ya que era la causa de su pérdida eterna, era digno por lo menos de los mismos castigos; entonces descendieron del cielo varios santos que tomaron mi defensa; le dijeron al Juez que esta pintura indigna era una obra inicial, que había expiado desde entonces por una muchedumbre de otros trabajos para la gloria de Dios y de sus santos, lo que había supuesto para muchas almas una fuente de gran edificación. 

El Juez Eterno, después de haber pesado las razones de una y otra parte declaró que a causa de mi arrepentimiento y de mis otras buenas obras, estaba exento de la pena eterna pero, era condenado por sufrir en estas llamas, hasta que la pintura maldita sea quemada para no escandalizar más a nadie. Vaya pues de mi parte, en casa del propietario del cuadro, dígale en qué estado me encuentro y pídale que lo queme..

 ¡ Si le niega, desgracia! En prueba que todo esto mismo no es una ilusión, y para castigarlo por su falta, sepa, padre, que dentro de poco ese señor  perderá a sus dos hijos, y si se niega aun a obedecer a las órdenes del que nos creó ambos, no tardará en pagarlo con  una muerte prematura. El poseedor del cuadro enterándose de estas cosas, tardando en hacerlo, se decidió a quemarlo, pero a costa de la muerte de sus dos hijos, pero al final se esforzó en hacer penitencia el resto de sus días por la falta de haber guardado esa pintura maldita! 

Qué pensar actualmente con todas las imágenes que circulan en internet, los semanarios, los periódicos, las vallas publicitarias, … ¡ La cadena de faltas es considerable!

Del Blog ánimas benditas