La adoración perpetua hace disminuir los suicidios y la delincuencia

Personalmente, estoy convencido de que en los lugares donde hay adoración
perpetua, noche y día, o al menos adoración diurna perpetúa, disminuyen drásticamente
la delincuencia, los abortos, los suicidios, divorcios, salas de juego..., y la gente se 
acerca más a Dios. Sería muy interesante hacer una encuesta sobre la noche del Jueves
Santo, cuando en todas las iglesias católicas está expuesto Jesús sacramentado en los
monumentos solemnes, para verificar que esa noche hay menos accidentes y menos
problemas sociales que otras noches del año. 

De hecho, muchos párrocos han constatado que muchas casas de citas o de juegos fueron desapareciendo, poco a poco, desde la implantación de la adoración a Jesús sacramentado. Porque el amor de Jesús es más poderoso que todas las bandas de malhechores y que todas las fuerzas del infierno reunidas contra Él.

El obispo san Juan Neumann (1811-1860) presentó a los sacerdotes de Filadelfia
(USA) la propuesta de tener expuesto el Santísimo durante cuarenta horas por
parroquias, pero ellos pensaron que era demasiado peligroso, pues había mucha
delincuencia en la ciudad. Una semana después de presentar la propuesta, se incendió su
casa y todo quedó reducido a cenizas menos dos papeles, en los que había escrito sus
planes para la devoción de las cuarenta horas. Y Jesús le dijo: “Si yo puedo salvar un
par de papeles del fuego, ¿cómo no voy a poder proteger a la gente que venga a
adorarme al Santísimo Sacramento?”. Tan pronto como la devoción de las cuarenta
horas comenzó a extenderse, empezó a disminuir sensiblemente la delincuencia en la
ciudad.

El padre John Randell tenía su parroquia en Rhode Island, en una zona muy
peligrosa de Nueva York. Mucha gente de la parroquia empezó a ir a vivir a otras zonas
más seguras. Incluso el obispo pensó en cerrar la parroquia. Pero el padre John
estableció una capilla de adoración perpetua y ahora su parroquia es una parroquia
floreciente, siendo un lugar muy seguro, gracias a la presencia de Jesús sacramentado.

El testimonio del padre John inspiró al obispo Profugio de Lucena (Filipinas) a hacer lo
mismo. Y ha dado público testimonio de que la adoración perpetua salvó a su diócesis
del comunismo que amenazaba destruirla.

El párroco de la iglesia de san Pedro y san Pablo de la ciudad italiana de Trieste
estableció una capilla de adoración perpetua en su parroquia y los suicidios cayeron
menos de la mitad en un solo año. Todos asociaron la adoración eucarística perpetua
con estos frutos. Porque, cuando el Señor es entronizado en la adoración perpetua, Él se
hace presente de modo admirable.

Necesitamos adoradores que se postren ante Jesús Eucaristía para decirle que lo
aman y están dispuestos a reparar por tantas blasfemias, injurias, indiferencias y ofensas
que recibe continuamente

Angel Peña